lunes, 31 de marzo de 2014

PLAN

PLAN

 

2 PEDRO 3:8,9 Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día. En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido, quiere que todos se arrepientan. (N.T.V.)

 

©      Acerca del plan misericordioso del Señor.

En el Nuevo Testamento, vemos que el llamado de Dios a la salvación a toda la humanidad se repite varias veces (Juan 1:12; 3:16; 6:40; 2 Pedro 3:9). Pero cada uno de nosotros tiene que tomar la decisión personal de responderle o no.

 

Dios quiere que la humanidad sea salva, por varias razones:

1.   Porque Él nos ama (Efesios 2:4).

Nos ama porque es parte de su naturaleza amar y cuidar a su creación, y no por ningún mérito de nuestra parte.

2.   Porque su gracia se ve claramente en sus seguidores (Efesios 2:7).

Creyentes que una vez fueron rebeldes, son ahora siervos obedientes, tal trasformación Él la quiere festejar por toda la eternidad.

3.   Para que lo glorifiquemos (Mateo 5:16).

Además, nuestras buenas obras glorifican al Señor. Todo lo que hacemos en Su Nombre, ayuda a que otros lo conozcan.

 

La salvación solamente es posible por medio de Cristo, quien reconcilia a los pecadores con un Dios Santo. Isaías 53:6 dice que todos somos pecadores, y Romanos 6:23 añade: "La paga del pecado es muerte".

Sin una solución Divina, estaríamos endeudados y sin esperanzas. Pero la muerte del Salvador en la cruz a favor de toda la humanidad pagó la pena, y por eso cualquier persona puede tener una relación con el Padre Celestial. Creer que Cristo murió por nuestros pecados y someternos a la voluntad del Señor, es todo lo que necesitamos para iniciar un compañerismo eterno con Él.

 

©      Nuestro Padre Celestial nos ama, y quiere estar con nosotros para siempre.

Lo único capaz de separarnos de Él es la decisión de rechazar su invitación.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE UNA VEZ QUE RECIBIMOS A JESUCRISTO COMO NUESTRO ÚNICO SALVADOR Y LO RECONOCEMOS COMO SEÑOR DE NUESTRAS VIDAS, PERTENECEMOS A DIOS, Y NINGÚN DEFECTO EN NUESTRO CARÁCTER PODRÁ DESTRUIR NUESTRA ETERNA RELACIÓN CON ÉL.

 

ORACIÓN:

Mi amado Señor y Salvador Jesús, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Salmo 25:5). Gracias Dios mío porque el plan de salvación, que Tú diseñaste para nosotros, está en una persona, Jesucristo, no en un sistema de creencias o de buenas obras. Gracias Padre Celestial porque la naturaleza y voluntad tuyas, es salvar lo que se había perdido. Sin embrago se que la salvación debe ser personal, así que yo he decidido, y estoy convencido, que Tu, el Todopoderoso, debes ser el Dios de mi salvación y el señor y Gobernador de mi vida. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu plan misericordioso para mi vida. Amén.

 

Juan Manuel Lamus O.

domingo, 30 de marzo de 2014

LA INJUSTICIA

LA INJUSTICIA

 

LEVITICO 19:15,16

No procederás injustamente en los juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzgarás con justicia a tu prójimo. 

No andarás difamando a los de tu pueblo.

No pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.

(B.L.P.H.)

 

©      Dios nos hizo a su imagen y semejanza...

Ø  Esto implica ser justos como Él, equitativos, rectos e íntegros en todos nuestros actos, porque vivimos en una sociedad atestada de injusticias. 

Ø  En todos los niveles, en todas las esferas de la actividad humana, en todos los países y en todas las relaciones, se cometen injusticias.

 

©      Dado que Dios es justo, Él se opone a toda injusticia…

Ø  Porque la justicia es la virtud que da a cada uno lo que le pertenece; es el recto proceder en las relaciones unos con otros, y la injusticia es lo opuesto a este proceder.

Ø  Ser injusto, es no dar a cada uno lo que le corresponde según sus derechos, ya sea a Dios o a nuestros semejantes.

Ø  La justicia es cualidad divina y exigencia que Dios impone a los hombres y mujeres en todos los órdenes de la vida. 

Ø  Las raíces principales de la injusticia son la rebelión y el egoísmo del corazón humano; en otras palabras, la falta de amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo.

©      El que ama procede con justicia.

 

MARCOS 12:30,31 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". El segundo es igualmente importante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Ningún otro mandamiento es más importante que éstos. (N.T.V.)

 

1.   En el lenguaje de Dios todo pecado es injusticia:

Ø  Dios es nuestro creador, nuestro dueño, nuestra Autoridad Suprema, nuestro Padre y Señor.

Ø  Como tal, a Él le debemos honra suprema, respeto, temor reverencial, obediencia total, sumisión absoluta, gratitud, amor incondicional, alabanza, adoración exclusiva y fidelidad hasta el fin. No darle a Dios sus derechos es la mayor injusticia.

 

2.   El hombre, criatura e imagen de Dios, ha recibido del creador derechos que todos debemos respetar:

Ø  Dignidad, individualidad, libertad, justa retribución de su trabajo, adquisición de bienes como fruto de su labor, derecho a vivir, a tener salud, a formar familia, a ser socorrido en el infortunio, etc.

Ø  No reconocer a nuestros semejantes estos derechos es cometer injusticia.

 

3.   Todo mal comportamiento hacia el prójimo es injusticia:

Ø  Por ejemplo: El chisme, la calumnia, la injuria y los insultos atentan contra la dignidad del ser humano.

Ø  El robo, los sueldos injustos, las estafas y el incumplimiento laboral son injusticias muy evidentes contra los bienes del prójimo.

Ø  El crimen, los secuestros, la extorsión y la dictadura atenta contra la libertad y la dignidad humana.

Ø  Todos nuestros semejantes tienen derecho de ser tratados con justicia, respeto, amabilidad.

Ø  Tienen derecho a ser oídos, a tener libertad de conciencia, a ser tratados como personas, como individuos.

Ø  La mentira, la usura, el soborno, la agresión, la fornicación, el engaño, la envidia, la altivez, el homicidio, la discriminación racial o de clases, la indiferencia hacia el menesteroso, etc., son injusticias.

 

ROMANOS 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. (V.R.V.)

 

4.   Dios declara que "no hay justo, ni aún uno":

Ø  Todos hemos actuado injustamente contra Dios no amándolo, y no obedeciéndolo con todo el corazón.

Ø  Y contra nuestro prójimo tratándolo mal, criticándolo por detrás, no cumpliendo con nuestra palabra, engañándolo, juzgándolo, robándole, no pagándole lo justo puntualmente, despreciándolo, etc.

Ø  Es que nuestra naturaleza humana es egoísta, y como tal muy propensa a cometer injusticias. Todos somos hallados faltos ante los ojos de Dios.

 

5.   La justicia de Dios es uno de sus atributos morales:

©      Él es el único justo en sentido absoluto.

Ø  La justicia es la primera manifestación de la santidad. 

Ø  Dios ama la justicia y aborrece la maldad. 

Ø  Dado que Dios es justo, Él revela su ira contra toda impiedad e injusticia de los hombres.

Ø  Su ira se manifiesta plenamente en el día en que juzgará con justicia toda injusticia de los hombres.

 

ROMANOS 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. (V.R.V.)

 

6.   Nuestra responsabilidad es hacer justicia, no exigir que se nos haga justicia:

Ø  Debemos soportar con paciencia la injusticia que nos hagan los hombres y perdonar a los que nos agravian. 

©      Porque algunos parecen entender el evangelio al revés:

Ø  En lugar de amar, exigen amor;

Ø  En vez de dar, piden;

Ø  No sirven, pero quieren ser servidos;

Ø  En lugar de hacer justicia, exigen que se les haga justicia.

 

DIOS USA…

 

©      La soledad para enseñar la convivencia.

©      La rabia para mostrar el valor infinito de la paz.

©      El tedio para resaltar la importancia de la aventura y del abandono.

©      El silencio para enseñar sobre la responsabilidad de las palabras.

©      El cansancio para que se pueda comprender el valor del despertar.

©      La enfermedad para resaltar la bendición de la salud.

©      El fuego para enseñar sobre el agua.

©      La tierra para comprender el valor del aire.

©      La muerte para mostrar la importancia de la vida.

 

SANTIAGO 3:16-18

Pues, donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad.

Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera. Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad

 

Juan Manuel Lamus O.

 

 

 

sábado, 29 de marzo de 2014

NO OLVIDE SER AGRADECIDO

NO OLVIDE SER AGRADECIDO

 

JUECES 8:34,35

Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor; ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel. (V.R.V.)

 

©      Seamos agradecidos de que todavía no tenemos todo lo que deseamos; si así fuese, ¿qué nos motivaría a seguir adelante?

 

©      Seamos agradecidos cuando no sabemos algo porque nos da la oportunidad de aprender.

 

©      Seamos agradecidos por los tiempos difíciles ya que en medio de ellos, crecemos.

 

©      Seamos agradecidos por nuestras limitaciones ya que nos dan oportunidad de mejorar.

 

©      Seamos agradecidos por cada nuevo desafío porque edifica nuestro carácter y nos fortalece.

 

©      Seamos agradecidos por nuestros errores ya que nos enseñan valiosas lecciones.

 

©      Seamos agradecidos cuando estemos cansados y desgastados, porque significa que hemos hecho una diferencia.

 

©      Es fácil estar agradecidos por las cosas buenas, pero una vida de ricos logros sólo alcanza a quienes también son agradecidos por los reveses.

 

©      La gratitud puede tornar algo negativo en algo positivo.

 

©      Hallemos la manera de estar agradecidos por nuestras dificultades y se convertirán en nuestras bendiciones.

 

©      Perder el agradecimiento en la vida, es perder el fuego que puede encender nuestro espíritu hacia las cosas más bellas y únicas.

 

COLOSENSES 3:14,15

Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía. 

Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones.

Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz.

Y sean siempre agradecidos. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad

 

Juan Manuel Lamus O.

viernes, 28 de marzo de 2014

PROMESAS 2

PROMESAS 2

 

2 CORINTIOS 1:19,20 Pues Jesucristo, el Hijo de Dios, no titubea entre el "sí" y el "no". Él es aquél de quien Silas, Timoteo y yo les predicamos, y siendo el "sí" definitivo de Dios, Él siempre hace lo que dice. Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante "¡sí!", y por medio de Cristo, nuestro "amén" (que significa "sí") se eleva a Dios para su gloria. (N.T.V.)

 

©      Dios es fiel a sus promesas, pero es nuestra responsabilidad conocerlas, creerlas, apropiárnoslas y trabajar en pos de ellas.

 

Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó, de parte de Dios, que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa. Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo, vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:

-       Me prometiste riqueza, una buena posición social y una bella esposa.

-       ¡Me pasé la vida esperando en vano!

-       Yo no te hice esa promesa, replicó el ángel, te prometí la "oportunidad" de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa.

-       No entiendo lo que quieres decir, dijo el hombre realmente intrigado.

-       ¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica? El hombre asintió con un gesto.

Al no decidirte, unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica.  Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino.

-       También recordarás, prosiguió el ángel, aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar, sólo por miedo a que los saqueadores que había te robasen tus pertenencias.  Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa. El hombre asintió con vergüenza.

-       Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos, continuó el ángel.

-       Por último, ¿recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo. El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas.

-       Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa, dijo el ángel. Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener hijos sanos y hermosos y multiplicar la felicidad en tu vida.

 

A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades que proceden de las promesas de Dios, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades.   Sin embargo, nosotros tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento:

©      Aún estamos vivos y seguros de las promesas de Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

CREO EN DIOS COMO UN CIEGO CREE EN EL SOL, NO PORQUE LO VE, SINO PORQUE LO SIENTE; IGUAL CREO EN SUS PROMESAS Y LAS CONOZCO, SON MÍAS Y TRABAJARE PARA QUE SE HAGAN REALIDAD EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El HaNeeman, Dios Fiel y Fidedigno (Deuteronomio 7:9). Yo sé mi Señor, que todo lo que Tú, el Todopoderoso, dices y haces es 100% confiable, eres completamente confiable. Gracias Dios mío y Señor Jesús porque en ustedes tengo la seguridad de la promesa dada, ya que Tú no eres hombre para mentir, ni hijo de hombre para faltar a tu Palabra (Números 23:19). Mi Señor estoy totalmente convencido, seguro de que Tú prometes y cumples, y por eso me apropio de ellas ahora y para siempre. Gracias Padre Celestial por tu fidelidad y carácter. Amén.

 

Juan Manuel Lamus O.

jueves, 27 de marzo de 2014

APÁTICOS

APÁTICOS

 

SALMO 97:1 ¡El Señor es Rey! ¡Que se goce la tierra! ¡Que se alegren las costas más lejanas! (N.T.V.)

FILIPENSES 4:4 Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! (N.T.V.)

 

©      Hoy me regocijare, me alegrare en el Señor.

El actor norteamericano Wendell  Holmes una vez dijo:

-       Yo no podría haber entrado en el ministerio si ciertos clérigos que yo conocí se hubieran mostrado y actuado como empleados funerarios.

El novelista y poeta escocés Robert Louis Stevenson una vez escribió en su diario, como si grabará un fenómeno extraordinario:

-       Yo he estado en la  Iglesia hoy, y no es aburrido.

 

©      ¿Tiene Ud. algún celo y entusiasmo para la vida, por  su trabajo diario, por la devoción, por el   servicio Cristiano

Yo he conocido algunas personas que siempre eran negativos sobre todo.  A pesar de las buenas cosas que habían sucedido en sus  vidas, ellos no se sentían entusiasmados, siempre encontraban una razón  para estar o sentirse melancólicos o indiferentes hacia algo. Estoy por pensar que uno de los más grandes pecados de muchos cristianos hoy, es  su carencia de entusiasmo acerca de su relación con el Señor y con la  Iglesia.  De hecho, muchos cristianos son simplemente apáticos.  

©      ¿Cuál es la definición de   apatía?

Es la manera en que mucha gente se proyecta a sí mismos sobre una base diaria. 

En el versículo que estudiamos hoy, acerca de "regocijarse en el Señor siempre y otra vez, en alegrarse", el Apóstol Pablo siempre tan lleno de entusiasmo, aun cuando se encontraba en una cárcel, recomienda y ordena a los Filipenses, que no se olviden de regocijarse, alegrarse o proyectarse así mismo en la base  diaria del regocijo.

El regocijo del cual habla Pablo viene directamente del Dios de todo regocijo.  La vida cristiana no es ni aburrida ni triste, al contrario es un manantial de gozo, porque Dios es nuestra fuente de gozo.  Cuando usted da regocijo, ese regocijo engendra más regocijo, cuando da entusiasmo eso engendra más entusiasmo.

Hoy quiero comenzar este día con gran entusiasmo y regocijándome en el Señor.  Pido al Señor que me dé hoy de su energía que entusiasma para poder derramar ese regocijo sobre todos los seres con quienes entraré hoy en contacto e influir sobre ellos con el regocijo del Señor y que así ellos puedan ver al Señor en cada experiencia. Que tanto ellos como yo podamos llevar ese regocijo al trabajo, a la escuela, al mercado y por la calle, y sobre todo poder compartirlo en medio de la familia. 

 

CONFESIÓN DE FE:

YO NO QUIERO SER NI INDIFERENTE, NI MELANCÓLICO NI APÁTICO. ESTOY DISPUESTO A SER CONTAGIADO CON EL REGOCIJO DEL SEÑOR Y A LA VEZ CONTAGIARLO A MIS SEMEJANTES, FUERA APATÍA DE MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Simchat Gili, Dios de mi Alegría y de mi Gozo (Salmo 43:4). Padre y Señor mío, eres fuente de tremenda alegría para mí, por eso hoy vengo a decirte: ¡Gracias por darme tu entusiasmo y tu regocijo!  Yo quiero ser un instrumento de regocijo donde quiera que Tú me lleves.  Sé que hay suficientes motivos para alegrarme en Ti, pues en tu presencia hay plenitud de gozo y de bendición.  Gracias mi amado Señor y Salvador  Jesucristo por permitirme tocar la vida de otros con la alegría que me has dado y así no ser apático ni a ti ni a ellos. Amén.

 

Juan Manuel Lamus O.