LA TOLERANCIA
SALMO 133:1-3 ¡No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía! Es tan agradable ver esto como oler el buen perfume de los sacerdotes, perfume que corre de la cabeza a los pies. Es tan agradable como la lluvia del norte que cae en el monte Hermón y corre a Jerusalén, en el sur. A quienes viven así, Dios los bendice con una larga vida. (TLA)
♥ De la importancia del aprendizaje y la práctica de la tolerancia como principio de vida, pues ella es el camino hacia la convivencia armónica, no es fácil, pero es mejor amarnos que odiarnos y agredirnos.
¡¡¡Hoy somos llamados a elevar nuestros niveles de tolerancia
y a bajar los niveles de expectativa, de manera que podamos establecer
un equilibrio, para mantenernos fuera de la frustración que pueda producir
el esperar más de los demás de lo que nosotros podemos
dar, soportar y sobre todo tolerar!!!
El origen lingüístico de la palabra "Tolerar" pertenece a la lengua del idioma latín "Tolerare", proveniente de la voz indoeuropea "Tal", cuya connotación es "Levantar" y que luego dará lugar al verbo latino "Tollere", con su mismo significado que puede traducirse como "levantar o hacer fuerza hacia arriba".
Entonces, practicar la tolerancia, como principio de vida, es estar enfrente a uno de los desafíos más importantes que venimos a aprender los seres humanos en esta vida, por lo cual es importante que comprendamos su verdadero significado:
✘ Tolerar, no significa "aguantar", ni tampoco "hacerse el de la vista gorda", como decimos los latinos.
✓ Se trata de comprender que la tolerancia implica "respeto" por uno mismo y por los demás. Tolerar las diferencias en sus maneras de pensar, de sentir y de comportamiento, permitirá que nunca se pierda la templanza, el dominio propio. Esto es justamente el significado de tolerar, es decir: levantar la fuerza que los demás puedan ejercer sobre ti, ejerciendo la "Ciencia de la Paz" (paciencia), que es aquel momento donde tú conservas la calma, en medio de las situaciones tumultuosas.
♥ Saber convivir es saber tolerarnos y respetarnos, cosa que tal vez no es fácil, ya que para ser tolerantes debemos acallar el egoísmo y el orgullo, pero es mediante el ejercicio diario de la tolerancia como logramos construir la hermandad y derribar los muros del odio y la injusticia.
CONFESIÓN DE FE:
ELEVARÉ MIS NIVELES DE TOLERANCIA Y BAJARÉ LOS DE EXPECTATIVA, PUES SÉ QUE ELLA ME MUEVE A ACEPTAR A MIS SEMEJANTES CON AMOR, MÁS QUE A SOPORTARLOS, POR LO CUAL PROCURARÉ PONERME EN SU LUGAR, VALORAR LAS DIFERENCIAS Y DEJAR QUE ELLOS VIVAN SU VIDA SIN MANIPULARLOS NI PRESIONARLOS.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Chasdi, Dios de mi Amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, sé que Tú, El Fuerte, eres Amable y trabajas para hacernos amables y tolerantes a tus seguidores, y la vida y sacrificio tuyo son el ejemplo supremo de la amabilidad de Dios Padre. Padre Santo, hoy quiero darte gracias, porque Tú nos diste a tu amado Hijo Jesucristo en rescate y para modelarnos un estilo de vida, pues en Él podemos encontrar muchos ejemplos de tolerancia, paciencia, respeto y comprensión. Por eso quiero darte infinitas gracias hoy y decirte que te amo con todo mi corazón. Gracias Señor Jesús por tu ejemplo y modelaje de la tolerancia; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri