viernes, 15 de diciembre de 2017

SEGUROS

 

COLOSENSES 2:6,7… 12-14 Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente en Él y edifiquen toda la vida sobre Él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud… Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con Él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos. Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. (NTV)

 

De cómo estar seguros de la conversión.

Si usted quiere mantenerse firme contra las asechanzas de satanás, es necesario que aclare cualquier confusión que pueda tener en cuanto a su venida por fe al Salvador.

 

Por tanto, consideremos tres pasos fundamentales que caracterizan el proceso de conversión:

1.   Usted debe saber algo. Nunca podrá apreciar plenamente el significado de su conversión, hasta que entienda cómo era su condición sin el Salvador. La Palabra nos deja perfectamente claro que, abandonados a nuestra suerte, estábamos espiritualmente muertos (Efesios 2:1). Si el Padre Celestial no hubiera provisto nuestra salvación por medio de su Hijo, no habría vida eterna para ninguno de nosotros.

2.   Usted debe creer algo. La buena noticia es que el Señor no dejó que nos valiéramos por nosotros mismos. Proporcionó un medio de salvación que es accesible a todas las personas. La Palabra explica que nuestro amoroso Padre Celestial, por su propia iniciativa, proveyó el medio por el cual podemos ser libres de nuestra deuda de pecado y vivir con Él para siempre. (Efesios 2:4-9)

3.   Usted debe recibir algo. Para tener cualquier regalo, usted debe primero abrir sus manos y recibirlo. El Padre está extendiendo la mano a la humanidad, ofreciendo su regalo de la salvación. Después que usted ha recibido lo que Él ofrece, es para que sea suyo para siempre (Romanos 10:9-13).

 

¿Es usted un creyente investido de poder por el Espíritu de Dios, que se ocupa de la tarea que el Señor le ha asignado y que está completamente seguro de su salvación? Entonces, usted es una persona privilegiada. Si usted ha conocido, creído y recibido el regalo de Dios de la salvación puede vivir con un corazón confiado.

 

CONFESIÓN DE FE:

YO RECONOZCO QUE ERA UN PECADOR, CREO QUE JESÚS ME LIBERÓ DE LA DEUDA DEL PECADO Y RECIBÍ EL REGALO DE LA SALVACIÓN A TRAVÉS DE U SACRIFICIO; ENTONCES ESTOY SEGURO DE MI CONVERSIÓN.

 

ORACIÓN:

Señor Jesucristo, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (Salmo 25:5). Mi Señor y Salvador Jesús, hoy quiero darte gracias por tu sacrificio, pues al dar tu vida en rescate por la nuestra nos has provisto la salvación y la seguridad de que tendremos vida eterna a tu lado en la Gloria del Padre Celestial. Yo estoy seguro que los errores que pueda cometer en mi diario vivir, no podrán cancelar la maravillosa obra tuya en la Cruz del Calvario, pues sé que esto fue suficiente y completo; sin embargo estaré atento a tu instrucción y guía para trabajar en ellos y librarme de las ataduras del pecado, manteniéndome firme en mi conversión. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por ser el Dios de mi salvación y darme seguridad eterna. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.