martes, 1 de diciembre de 2015

ESPERA

 

SALMO 25:3-5 Quien en Ti espera no quedará defraudado; pero sí quedará confundido el que es infiel sin motivo. Señor, muéstrame tus caminos, enséñame tus sendas, instrúyeme en tu verdad; enséñame, porque Tú eres el Dios que me salva, en Ti pongo mi esperanza cada día. (B.L.P.H.)

 

©  Los 4 principales requisitos de la espera.

Esperar el tiempo de Dios no es algo pasivo ni ocioso; supone disciplina y compromiso.

 

Hay cuatro requisitos básicos para la espera exitosa:

1. Fe. 

Los caminos y el tiempo del Señor no son como los nuestros (Isaías 55:8,9). Desde un punto de vista humano, Él usualmente hace las cosas de una manera totalmente diferente de lo que esperamos. Pero a medida que confiemos más en Él, descubriremos que su forma de actuar no es tan extraña después de todo. Y cuando vivimos en armonía con su voluntad, su tiempo comienza a tener sentido.

2. Humildad. 

Para esperar en el Señor, hay que estar convencidos de nuestra necesidad de Él. El sometimiento a su Divina voluntad exige humildad; usted no puede seguir adelante con sus propios planes y al mismo tiempo entregarse completamente a Dios.

3. Paciencia. 

¿Tiene usted la disposición de mantenerse en su situación actual, hasta que reciba una clara dirección Divina? Hacer una pausa para recibir claridad de Dios es una decisión deliberada que requiere paciencia.

4. Valor. 

Para esperar en Dios se necesita valor, y especialmente cuando hay presión para actuar. Si se descuida, usted podría dejar de escuchar al Señor y seguir los consejos de otros. Por eso, mantenga su oído en sintonía con la voz del Todopoderoso, y no se equivocará.

 

Esperar en el Señor es una de las decisiones más sabias e importantes de la vida. Y, contrariamente a la creencia popular, es una tarea que requiere fe, humildad, paciencia y valor.

 

CONFESIÓN DE FE:

CUANDO UNO CONFÍA EN DIOS Y ESPERA SU TIEMPO PERFECTO, TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA SE ARREGLAN. ASÍ QUE CUMPLIRÉ CON ESTOS CUATRO REQUISITOS DE LA ESPERA.

 

ORACIÓN:

Padre de la Gloria, El HaNeeman, Dios Fiel (Deuteronomio 7:9). Mi Dios y mi Señor se que todo lo que dices y haces es 100% confiable, así que eres completamente confiable. Sé que tienes un propósito determinado para conmigo, para que mi servidumbre te sea útil aquí en la tierra, ilumíname y ponlo en obra, cuando lo dispongas y que sea tu voluntad, tengo el oído presto y el corazón disponible para cuando llegue ese momento, consagrándome incondicionalmente, con la esperanza de poder servirte como Tú quieres y cuando Tú quieres, por amor a tu Nombre, pues en Ti espero con fe, humildad, paciencia y valor. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.