jueves, 8 de agosto de 2019

BATALLAS

 

2 CORINTIOS 4:7-9 Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos. Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos, pero no caemos en la desesperación.  Somos perseguidos, pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos. Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo. (NTV)

 

El perder una batalla no significa que se ha perdido la guerra.

Al leer el pasaje que estudiamos hoy viene a mi mente la imagen de una pelea de boxeo. Hay boxeadores que pierden uno o más asaltos, pero no pierden la pelea. Pueden resultar muy golpeados y heridos, pero se esfuerzan y sacan a relucir su valentía y al final terminan ganando por Nocaut.

 

La vida tiene sus tiempos donde pareciera que estuviéramos perdiendo la batalla, cuando en realidad sólo hemos tropezado en un asalto de la vida. Si hoy usted está atravesando por un tiempo difícil e inesperado no significa que vivirá así el resto de su vida.  El Apóstol Pablo, al escribir este pasaje que estudiamos hoy, sabía lo que estaba diciendo pues él escribía de lo que vivía. El atravesó tiempos de tribulación, de apuros, de persecución, donde resultó derribado, pero todo esto no lo transformó en un perdedor sino en un luchador, pues con la ayuda del Señor pudo levantarse y decir:

 

¡¡¡Estoy en problemas, pero no estoy derrotado, estoy en situaciones imposibles,

pero conmigo está el Dios de los imposibles!!!

 

Esa es la confianza que tenemos los cristianos que amamos a Dios, los verdaderos seguidores de Cristo, los que en Él creemos y en Él confiamos, que podremos librar batallas muy difíciles, pero resistiremos y venceremos en la guerra, y esto solo porque el Señor Jesús está de nuestro lado.

 

CONFESIÓN DE FE:

EL SEÑOR ME AYUDA Y ME DA FUERZAS PARA LUCHAR EN MEDIO DE MIS CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS, DE MANERA QUE PUEDO PERDER UNA QUE OTRA BATALLA, PERO NO LA GUERRA DE LA VIDA, PUES EL SEÑOR DE LOS IMPOSIBLES ESTÁ CONMIGO.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Mi amado Rey y Señor Jesús, sé que Tú eres el Fuerte y deseas hacernos fuertes, así cuando nos damos cuenta de que somos débiles, entonces solo Tú puedes hacernos fuertes, claro, cuando estamos unidos a Ti. Es por eso por lo que hoy quiero orar como dice tu Palabra en este maravilloso Salmo 27:4,5: Lo único que te pido, mi Señor, lo que más anhelo, es vivir en tu Casa todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección tuya y meditando dentro de tu Templo. Pues se que Tú me ocultarás allí cuando vengan las dificultades; me esconderás en tu Santuario. Me pondrás en una roca alta donde nadie me alcanzará, en donde podre ver como libras las batallas por mí y sin embargo seré yo quien salga victorioso, pues tus victorias son mías.  Gracias mi Señor, Salvador y Protector Jesucristo, porque contigo de mi lado puedo ganar las batallas de la vida y lograr la victoria en esta guerra; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.