lunes, 25 de abril de 2022

DÍA DE SALVACIÓN

 

JUAN 5:24-30 Les digo la verdad, todos los que escuchan mi mensaje y creen en Dios, quien me envió, tienen vida eterna. Nunca serán condenados por sus pecados, pues ya han pasado de la muerte a la vida. Y les aseguro que se acerca el tiempo, de hecho, ya ha llegado, cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán. El Padre tiene vida en sí mismo y le ha entregado a su Hijo ese mismo poder de dar vida. Y le ha dado autoridad para juzgar a todos, porque es el Hijo del Hombre. ¡No se sorprendan tanto! Ciertamente, ya se acerca el tiempo en que todos los que están en las tumbas oirán la voz del Hijo de Dios y resucitarán. Los que hicieron el bien resucitarán para gozar de la vida eterna, y los que continuaron en su maldad resucitarán para sufrir el juicio. Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo según Dios me indica. Por lo tanto, mi juicio es justo, porque llevo a cabo la voluntad del que me envió y no la mía. (NTV)

 

Hoy es el día de Salvación.

Al posponer la decisión por Cristo, no solo se pierden las bendiciones inmediatas de una relación personal con Dios; también se corre el riesgo de la separación definitiva de Él por toda la eternidad

 

Dejar todo para después tiene serias consecuencias en muchas áreas de la vida, en especial cuando se trata de asuntos espirituales. Verá, cada persona va a pasar la eternidad en algún lugar, y el destino está determinado por una elección en esta vida, cada uno de nosotros debe aceptar o rechazar el perdón de los pecados que ofrece Cristo. Hay quienes piensan que pueden retrasar esta decisión hasta que la muerte esté cerca. Sin embargo, hay varios problemas con este razonamiento.

1.     En primer lugar, no hay garantía de que usted reciba una advertencia antes de la muerte.

2.  En segundo lugar, al pasar toda la vida rechazando el ofrecimiento de Cristo, corre el riesgo de desarrollar un corazón endurecido. Rechazar a Dios una y otra vez puede resultar en la imposibilidad de aceptarlo cuando la muerte llame a la puerta. De hecho, es posible que ya no esté interesado en la oferta de Cristo.

3.  Entonces se enfrentará a la aterradora realidad del juicio, al presentarse ante Dios sin un Salvador (Hebreos 10:26,27).

 

Debemos entender que al posponer la decisión por Cristo, no solo se pierden las bendiciones inmediatas de una relación personal con Dios; sino que también se corre el riesgo de la separación definitiva de Él por toda la eternidad; así que hoy es el día de su salvación…

 

¡¡¡No lo deje para después!!!

Ponga su fe en Jesucristo hoy mismo, reconozca su pecado,

pida perdón a Dios, y confíe en Él como su Salvador y Señor

 

CONFESIÓN DE FE:

YO DECIDO HOY RECONOCER A JESUCRISTO COMO MI ÚNICO SALVADOR Y EL SEÑOR DE MI VIDA, SIN ESPERAR EL TIEMPO CORRECTO PUES HOY ES EL DÍA PARA HACERLO CON UN CORAZÓN TOTALMENTE ARREPENTIDO Y CONVENCIDO.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor mío, Elohim Yishi, el Dios de mi salvación (Salmo 25:5). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, sé que Tú, el Hijo del Hombre, has venido a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10), y por eso yo hoy puedo decir que Tú me has encontrado, y puedo tener cara de encontrado, encontrado por el Mesías, el Dios de mi salvación, pues yo creo firmemente que ella solo puede ser hallada en Ti, no en un sistema de creencias o de buenas obras, y que la naturaleza y voluntad tuyas son salvar lo que se había perdido, y que la salvación debe ser personal. Por todo esto hoy puedo decir que Tú, El Todopoderoso, eres el Dios de mi salvación, y que no hay nada que yo pueda hacer, sino aceptar tu obra en mi vida. Gracias, mi amado Señor y Salvador Jesucristo, porque eres la fuente única de salvación y transformación; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri