jueves, 1 de diciembre de 2016

MOLDEARNOS

 

SALMO 1:1-6 Dichoso quien no sigue el consejo de los malvados, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en compañía de los necios se sienta, sino que se complace en la ley del Señor sobre la que reflexiona día y noche. Es como un árbol plantado junto al arroyo: da fruto a su tiempo y no se secan sus hojas; consigue todo cuanto emprende. No ocurre así a los malvados, paja que el viento arrastra. No vencerán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos pues el Señor protege la senda de los justos mientras la senda de los malvados se desvanece. (B.L.P.H.)


©  Del compromiso de obedecer a Dios para moldearnos.

La Biblia proclama el gran Poder y la Majestad del Señor, al mismo tiempo que revela su inmenso Amor y su Misericordia. Él es digno de nuestro apasionado y total sometimiento, pero no siempre lo recibe. 

©  ¿Está usted entre los pocos que se rinden a Él sin reservas?

 

La obediencia absoluta es obedecer a Dios sin importar las consecuencias. Esto significa que obedecemos al Señor aun cuando nuestros amigos o familiares elijan un camino diferente, o cuando tengamos por seguro el sufrimiento o la humillación. Ver hecha la voluntad de Dios en nuestra vida es más importante que nuestro propio bienestar o nuestras ambiciones. Dejamos las consecuencias a Dios, y nos aferramos a sus promesas: Él nunca nos desamparará (Hebreos 13:5), y hace que todo obre para nuestro bien (Romanos :28). Fíjese en la palabra "compromiso" en el subtítulo de nuestro devocional de hoy. No estoy escribiendo de la obediencia que surge en el momento, como diciendo: "Decido obedecer a Dios en esta ocasión", sino del sometimiento como un estilo de vida. Poner restricciones al cumplimiento es muy tentador; queremos ser capaces de cambiar de opinión cuando obedecer trastorne nuestro estilo de vida, el resultado final no sea claro o simplemente estemos asustados.

 

Pero déjeme hacerle esta pregunta: Si Jesucristo es el Señor de su vida, ¿qué derecho tiene usted de ponerle límites a su voluntad? Los creyentes no tienen el derecho de establecer sus propios límites; su único criterio para tomar decisiones debe ser: 

©  ¿Qué quiere el Señor que haga? 

 

CONFESIÓN DE FE:

LA OBEDIENCIA ES SIEMPRE LO CORRECTO. OBEDECER A DIOS EN TODAS LAS COSAS, ES EL CAMINO MÁS SEGURO PARA TENER SU FAVOR, ENTONCES ASÍ LO HARÉ, POR AMOR DE SU NOMBRE.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, Dios Omnisciente, Dios que todo lo sabe (1 juan 3:20). Dios mío, Tú lo sabes todo, conoces no sólo los más mínimos detalles de nuestra vida, sino los de todos los que están a nuestro alrededor, aún sabes cuando cae un pajarillo o cuando perdemos uno solo de nuestros cabellos (Mateo 10:29,30); y no sólo sabes todo lo que ocurrirá hasta el final de la historia misma (Isaías 46:9,10), sino que también conoces nuestros propios pensamientos, aún antes de que hablemos (Salmo 139:4). Conoces nuestro corazón desde lejos; y aún nos viste antes de nacer dentro del vientre materno (Salmo 139:1-3; 15,16). Todo esto me da más que razones suficientes para obedecerte sin condición. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por moldear nuestra vida a través de la obediencia y tu Omnisciencia. Amén.


Juan Manuel Lamus O.