miércoles, 27 de agosto de 2025

DÉJELO IR

 

HEBREOS 12:14,15 (NTV)

Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.

 

La Cruz dice, 'déjalo ir'

 

¡¡¡El perdón es gratuito, pero no es barato!!!

Le costó la vida a Jesucristo; tampoco es fácil, el perdón solamente puede ocurrir 

cuando la persona ofendida asume la deuda y decide no desquitarse ni vengarse

 

Eso es lo que Jesús hizo por nosotros, y eso es lo que Él nos llama a hacer con los demás. Pero: ¿Cómo se puede liberar de su dolor?

La Palabra de Dios, la Biblia, nos dice que hay tres pasos que podemos tomar para encontrar libertad del perdón:

 

1.     Déjeselo a Dios. Ríndase a su derecho de desquitarse. Tratar de vengarse solo intensifica el conflicto. En su lugar, deja que Dios ajuste cuentas. (Romanos 12:19)

2.    Sánelo con gracia. La única manera de dejar ir su dolor es sostenerse de la gracia de Dios. Lo que nos dice el pasaje que estudiamos hoy, en otras palabras, es que: ¡Cuidado, la amargura es contagiosa!

3.    Clávelo en la Cruz. La Cruz es la respuesta de Dios a todas sus necesidades. Jesús murió para que usted pudiera ser perdonado. Murió para que pueda estar libre del temor, la amargura, y el resentimiento. No hay terapia, ni pastillas, ni psicología, ni seminarios de autoayuda que puedan liberarle como lo hace el poder de la Cruz.

 

La Biblia dice, "Sabemos que nuestra vida de antes murió con Cristo en la Cruz para que fuera destruido lo que desea pecar dentro de nosotros y dejáramos de ser esclavos del pecado" (Romanos 6:6 PDT). Así que, ya no sea un esclavo del pecado al no perdonar, libere sus sentimientos sobre la persona que le lastimó, hágalo todos los días si es necesario.

 

No importa cuántas veces recuerde esa escena dolorosa: llévesela a Dios, pídale su gracia y deje su dolor en la Cruz; pídale a Dios que le dé la gracia para hacerlo esta misma semana.

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ CON DILIGENCIA APLICAR EL PERDÓN PARA LIBERARME DEL DOLOR QUE HAYA PODIDO SUFRIR POR LAS OFENSAS QUE HE RECIBIDO, PERO TAMBIÉN OFRECERLO A QUIENES YO HAYA HERIDO, Y ELLOS TAMBIÉN SEAN LIBERADOS, PERO INICIALMENTE ME PERDONARÉ A MÍ MISMO; DEJARÉ IR EL DOLOR.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Selichot, Dios del Perdón (Nehemías 9:17). Dios y Señor nuestro, Jesucristo, Dios de amor fiel e inagotable eres Tú, yo sé que los hombres tal vez podemos ser lentos para perdonar, pero también sé que está en tu naturaleza el perdonar. Así que hoy te pido que venga sobre mí esa misma virtud como estilo de vida, el perdonar, para que mis relaciones y mi propia vida se vea libre del rencor, amargura, furia, enojo, palabras ásperas y toda clase de mala conducta hacia mis semejantes, pero principalmente del dolor, el cual pretendo dejar a los pies de tu Cruz. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu perdón incondicional para mí, perdón que me libera y me sana del dolor que hoy dejo ir de una vez por todas; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri