jueves, 8 de septiembre de 2016

TERMINAR

 

2 TIMOTEO 4:6-8 Porque yo ya estoy a punto de ser ofrecido en sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera; he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el Juez Justo, en aquel día. Y no solo a mí sino también a todos los que han amado su venida. (R.V.A.'15)


©  De cómo terminar bien la vida en esta tierra.

Muchas personas piensan que los últimos años de la vida son simplemente una oportunidad para descansar. Pero esto no armoniza con el propósito de Dios para nosotros; Él quiere que le sirvamos todos los días de nuestra vida.

 

Demos una mirada a la vida del apóstol Pablo y reflexionemos en lo que significa terminar bien:

1. Tiempo. Él dedicó abundante tiempo a los demás hasta el final de su vida, como lo mencionó en las cartas que escribió a Timoteo desde una cárcel antes de ser ejecutado. Dios nos llama a servir a los demás en todas las etapas de la vida.


2. Batalla. Observemos cómo, al escribir sobre su vida, el apóstol eligió palabras descriptivas de una batalla. Estaba consciente de la lucha del hombre contra el pecado, así como los retos del dolor y la persecución en las pruebas que todos enfrentamos, incluso al hacer el trabajo del Reino, como es predicar a Cristo a una sociedad reacia.


3. Entrega. La vida de este siervo de Dios también estuvo marcada por la entrega. Su modo de pensar es evidente en estas palabras: "Que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes." (Romanos 12:1 RVA'15). No temía a Nerón, ni estaba luchando para mantenerse con vida. Pablo tenía la confianza de que Dios se encargaría de cada aspecto de su vida, y la muerte no lo asustaba, pues sabía que iba a morar con Jesús para siempre.

 

Dios no requiere que seamos perfectos para terminar bien. Debemos entregarle nuestra vida y estar listos para reunirnos con nuestro Creador, andando victoriosamente con Cristo y sirviendo a los demás. Si Jesús le llamara hoy a su presencia…

©  ¿Tendría usted la confianza de haber vivido bien hasta el final?

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARE, CON LA FORTALEZA QUE DIOS ME HA DADO, TERMINAR MI VIDA BIEN, DANDO EL TIEMPO NECESARIO A LA OBRA, PELEANDO LA BUENA BATALLA DE LA FE Y EN UNA ENTREGA TOTAL A ÉL.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Shaddai, Dios Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Rey y Señor, sé que Tú eres Dios Todopoderoso y que de tu mano puedo, por medio de la confianza puesta en Ti, lograr todo lo que me proponga; por eso hoy vengo a tu Presencia, primero que todo dándote gracias porque eres mi Dios y mi Señor, lo cual ha traído sobre mi vida solo beneficios que nunca podría esperar de nadie más y nadie podría proveerme de tal forma, pero también para que fundamentado en todo lo que Cristo ya ha hecho por mí, me mantenga firme en mi fe, trabajando arduamente en tu Reino y lograr así el propósito por el cual vivo, de tal manera que pueda terminar viviendo bien hasta el final. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.