HEREDAR PROMESAS
HEBREOS 6:11,12 Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad. Entonces, no se volverán torpes ni indiferentes espiritualmente. En cambio, seguirán el ejemplo de quienes, gracias a su fe y perseverancia, heredarán las promesas de Dios. (NTV)
♥ De cómo hacer para heredar las promesas Divinas.
El Señor no habría hecho todas las promesas que hay en la Biblia si no hubiera querido dar a sus hijos grandes bendiciones. Sin embargo, no podemos ser presuntuosos y dar por hecho que tales beneficios nos pertenecen de manera automática.
Entonces, ¿cómo podemos apropiarnos de las promesas de Dios con la expectativa de que Él responderá nuestras peticiones?
♥ Hay siete preguntas que debemos hacernos para evaluar las necesidades que traemos a nuestro Padre Celestial:
1. ¿Esta promesa atiende mi necesidad o un deseo personal?
2. ¿Estoy pidiendo con un espíritu de sumisión a su voluntad?
3. ¿Puede Dios cumplir esta petición sin perjudicar a otra persona?
4. ¿Le agrada mi petición a Dios?
5. ¿Será Dios honrado con el cumplimiento de mi petición?
6. ¿Mi petición contradice de alguna manera a la Palabra de Dios?
7. Si Dios cumple esta promesa, ¿ayudará ello a mi crecimiento espiritual?
♥ Una vez que hayamos respondido estas preguntas, heredar las promesas Divinas dependerá de tres requisitos, necesitamos:
1. Tener fe.Nuestro Padre Celestial quiere que confiemos en Él, y el Señor premia a quienes lo hacen (Génesis 15:6; Hebreos 11:6).
2. Ser obedientes.Debemos ser obedientes a todo lo que sabemos que es su voluntad para nosotros, nunca recibiremos lo mejor que Él da si lo desobedecemos deliberadamente.
3. Ser pacientes.Debemos tener paciencia para esperar el tiempo perfecto del Señor.
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE HACER ESTAS COSAS BIEN VALE LA PENA, TENER FE, SER OBEDIENTE Y PACIENTE, CONSIDERANDO LAS BENDICIONES QUE DIOS ANHELA DARNOS, PUES SE QUE ÉL PROMETE Y CUMPLE.
ORACIÓN:
Dios Padre, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mí amado Señor y Dios, Tú eres Todopoderoso y la fuerza mayor en todo el universo. Por eso vengo a tu Presencia a darte gracias Padre Celestial, por tus promesas que nos has hecho en Cristo Jesús, pues son en Él ¡sí! y en Él ¡amén!; en ellas podemos confiar, ellas desatan la fe que Tú depositaste en nosotros; la fe comienza con tu Palabra, con esas promesas que Tú nos das por medio de ella, yo me apropio de ellas totalmente confiado en que tu ayuda siempre llegara oportunamente, ya que Tú eres un Dios vivo, que cumple a quienes no nos apartamos de tu voluntad. Gracias Padre Celestial por mantener tus preciosas alas extendidas debajo de mí, gracias por tu protección, gracias porque Tú llevas mis cargas y allanas mi camino. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
