viernes, 21 de marzo de 2014

PROMESAS 1

PROMESAS 1

 

SALMO 37:4-7A Entrégale a Dios tu amor, y Él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en Él, y Él actuará en tu favor; así todos verán con claridad que tú eres justo y recto. Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe; (B.L.S.)

 

©      Las promesas son como alas extendidas que interrumpen nuestra caída.

Se cuenta la historia de un águila que había construido su nido en lo alto de un peñasco. Cierto día cuando volaba en torno de su nido, el águila vio a su aguilucho recién nacido que se agarraba desesperadamente del borde del nido, tratando con todas sus fuerzas de sostenerse e impedir así una caída al abismo, lo que sería fatalmente su fin. Como era imposible alcanzar el peñasco antes que su cría cayera, el águila descendió con la velocidad de un rayo debajo de su hijito y abrió sus fuertes alas para interrumpir su caída. Con su cría agarrada a ella el águila planeó entonces con seguridad de vuelta al nido.

 

Moisés, antes de su muerte, dando su bendición al pueblo, les aseguró que Dios no los abandonaría y por eso dijo:

-       "El Dios eterno es tu protector y por debajo tuyo extiende sus brazos eternos". (Deuteronomio 33:27).

 

Aun hoy podemos confiar en esta promesa. Así como el águila extendió sus alas para interrumpir la caída de su cría, así Dios extiende sus brazos para interrumpir la caída de cada uno de sus hijos. A veces Dios llega a permitir que caigamos de nuestro nido, sufrimientos, pérdidas, desilusiones, problemas familiares, etc., para mostrar cuán débiles e impotentes somos, para sentir cuán dependientes somos de su protección. Sólo que Dios no quiere que lleguemos hasta el suelo y nos invita a través del salmista: "Entrega tu camino al Señor, confía en Él y el resto Él lo hará". Creo en la ayuda de Dios por medio de sus promesas y en ellas descanso. Creo en aquella promesa bíblica que nos hizo Jesús en Mateo 11:28:

©    Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.

©      ¿Y tú crees y descansas en sus promesas?

 

CONFESIÓN DE FE:

CREO EN LAS PROMESAS DE DIOS PORQUE YO CREO EN UN DIOS VIVO. CREO QUE DIOS NO PERDIÓ SU PODER, SINO QUE CONTINÚA EXTENDIENDO SUS BRAZOS PARA AMPARARME E INTERRUMPIR MIS CAÍDAS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Gibor, Dios Todopoderoso (Isaías 9:6). Mí amado señor Tú eres Dios Todopoderoso y la fuerza mayor en todo el universo. Por eso vengo hoy a darte gracias Padre Celestial, por tus promesas que nos has hecho en Cristo Jesús, pues son en Él sí y en Él amén; en ellas podemos confiar, ellas desatan la fe que Tú depositaste en nosotros; la fe comienza con tu Palabra, con esas promesas que Tú nos das por medio de ella, yo me apropio de esas promesas totalmente confiado en que tu ayuda siempre llegara oportunamente, ya que Tú eres un Dios vivo, que cumple. Gracias Padre Celestial por mantener tus preciosas alas extendidas debajo de mí, gracias por tu protección, gracias porque Tú llevas mis cargas y allanas mi camino. Amén.