lunes, 28 de diciembre de 2015

SATISFACCIÓN

 

FILIPENSES 4:10-13 Me alegra mucho que, como hermanos en Cristo, al fin hayan vuelto a pensar en mí. Yo estaba seguro de que no me habían olvidado, sólo que no habían tenido oportunidad de ayudarme. No lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho con lo que tengo. Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones. (T.L.A.)

 

©      Satisfacción es tener contentamiento en todas las circunstancias.

Piense en los momentos que se sintió realmente satisfecho.

©      ¿Qué le hizo sentir así?

Para la mayoría de las personas, la sensación de bienestar se produce cuando sus circunstancias son las que ellas quieren, pero no era así con Pablo, él aprendió a estar contento en todas las circunstancias, buenas o malas.

 

Haríamos bien en aprender algunas lecciones de él. A fin de cuentas, no podemos evitar todas las situaciones difíciles, pero también podemos descubrir cómo enfrentarlas con un espíritu tranquilo y maduro, no con frustración y ansiedad:

1.   La satisfacción no depende de las circunstancias externas. El cambio de situación puede traer alivio temporal, pero la satisfacción basada en las circunstancias siempre será esporádica y fugaz. Se trata de cómo pensamos, no de qué tenemos.

2.   La satisfacción fluye de una actitud interior. La calma interior del apóstol provenía de una mente puesta en Cristo. Al decidir confiar en el Salvador costara lo que costara, Pablo permitía al Espíritu Santo dentro de él, que gobernara sus emociones y condicionara sus respuestas.

3.   La satisfacción se aprende con la experiencia. No se puede adquirir de un libro o de un sermón, porque es un proceso que debe ser vivido personalmente. Pablo aprendió la satisfacción sobre la marcha; en las persecuciones, los sufrimientos y las prisiones. El Señor usó todas las dificultades para transformarlo.

 

Las situaciones que causan frustración, ansiedad e insatisfacción son también las que Dios usa para producir contentamiento en nosotros. Cuando usted esté hastiado de sus quejas, decepciones e insatisfacciones, entonces estará listo para dejar que el Señor le enseñe su nueva manera de vivir.

 

CONFESIÓN DE FE:

APRENDERÉ A CONTENTARME, A ESTAR SATISFECHO CON LA VIDA QUE DIOS ME DA, PUES SE QUE SU VOLUNTAD PARA MI ES BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA, EN ESTE AÑO Y SIEMPRE.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Simchat Gili, Dios de mi contentamiento (Salmo 43:4). Mi amado rey y Señor tu eres la alegría de mi exaltación, por eso hoy quiero darte gracias por la oportunidad que me das de aprender a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé que este año he perdido días lamentándome y protestando por una situación, desperdiciando la gran oportunidad de aprender a estar satisfecho. Cuando lo hago, la perspectiva de la vida cambia, se torna diferente, nueva, vibrante y feliz. Hoy, entiendo que cuando decido aprender a estar satisfecho cualquiera que sea la situación, el mejor Maestro que tengo para esa enseñanza eres tú, que me enseñas con tu amor.  Gracias mi Señor y Salvador Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.