viernes, 18 de febrero de 2022

CAMINO CORRECTO

 

ÉXODO 2:11-25 Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar. Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos. Entonces Moisés miró a todos lados para asegurarse de que nadie lo observaba, y mató al egipcio y escondió el cuerpo en la arena. Al día siguiente, cuando Moisés salió de nuevo a visitar a los de su pueblo, vio a dos hebreos peleando.

-       ¿Por qué le pegas a tu amigo? le preguntó Moisés al que había empezado la pelea.

El hombre le contestó:

-       ¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? ¿Vas a matarme como mataste ayer al egipcio?

Entonces Moisés se asustó y pensó: "Todos saben lo que hice". Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián. Cuando Moisés llegó a Madián, se sentó junto a un pozo. El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron al pozo como de costumbre para sacar agua y llenar los bebederos para los rebaños de su padre. Pero llegaron unos pastores y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó de un salto y las rescató de los pastores. Luego sacó agua para los rebaños de las muchachas. Cuando las jóvenes regresaron a la casa de Reuel, su padre, él les preguntó:

-       ¿Por qué hoy han regresado tan pronto?

-       Un egipcio nos rescató de los pastores, contestaron ellas; después nos sacó agua y dio de beber a nuestros rebaños.

-       ¿Y dónde está ese hombre? les preguntó el padre. ¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer con nosotros.

Moisés aceptó la invitación y se estableció allí con Reuel. Con el tiempo, Reuel le entregó a su hija Séfora por esposa. Más tarde, ella dio a luz un hijo, y Moisés lo llamó Gersón, pues explicó: "He sido un extranjero en tierra extraña". Con el paso de los años, el rey de Egipto murió; pero los israelitas seguían gimiendo bajo el peso de la esclavitud. Clamaron por ayuda, y su clamor subió hasta Dios, quien oyó sus gemidos y se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar. (NTV)

 

¿Cuál es el camino correcto, nuestro camino o el camino de Dios? Si confiamos en Él incluso en esas ocasiones en las que no comprendemos lo que hace, Él fortalecerá nuestro carácter e incrementará nuestra fe.

 

¿No cree usted que nuestro amoroso Padre hará lo mismo que hizo con Moisés con nosotros? Sin embargo, es bueno que sepamos que cada vez que surgen problemas hay dos maneras de reaccionar: según la manera de Dios o según la nuestra. En el pasaje que estudiamos hoy vemos lo que sucedió cuando Moisés tomó el asunto en sus manos. Aunque deseaba aliviar el sufrimiento de su pueblo, su método fue el incorrecto. Moisés...

 

1.     Se centró en la dificultad en vez de en el Señor.

¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo? Si la injusticia o el dolor de una situación se apoderan de nuestra atención, podemos perder de vista a nuestro Dios todopoderoso.

2.    Confió en su propia fuerza y entendimiento.

Cuando nos enfrentamos a un problema, lo más natural es hacer todo lo posible para solucionarlo. Nuestro camino puede parecer muy lógico en ese momento, pero no lograremos los propósitos de Dios.

3.    Actuó impulsivamente en vez de esperar en el Señor.

Si una situación parece urgente, solucionar el problema lo más rápido posible se convierte con mucha facilidad en nuestra prioridad máxima.

 

En algún momento de la vida, nosotros hemos actuado de manera semejante y sufrido las consecuencias de la autosuficiencia. Pero Dios no rechazó a Moisés ni canceló sus planes que tenía para él. En cambio, el Señor incrementó su fe y refinó su carácter a través de las pruebas y, de paso, le dio otra oportunidad.

¿No cree usted que nuestro amoroso Padre Celestial hará lo mismo con nosotros?

 

En medio de las tormentas de la vida, o de las dudas y temores que usted

permita que lo inunden en cuanto a sus planes, lo llamo a entender que…

¡¡¡Estamos seguros por la eternidad en nuestro Salvador, quien nos ama y cuida!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

DECIDO OBEDECER AL SEÑOR, SIN IMPORTAR LOS RESULTADOS, CONOZCO Y ESTOY SEGURO DE SU SABIDURÍA Y SOBERANÍA, Y SÉ QUE EL CAMINO QUE DEBO TOMAR ES EL QUE ÉL ME INDICA, PUES ES EL CAMINO CORRECTO.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, El Kurios, Soberano Rey y Señor (1 Timoteo 6:15). Mi Señor Jesucristo, Tú nos has creado con dimensiones físicas y espirituales, por lo tanto, tienes soberanía sobre nuestro cuerpo, alma y espíritu. Es por eso que hoy vengo a tu Presencia para orar por mi y todos aquellos que estamos bajo tu soberanía y cuidado, para que nos ayudes a entender y arraigar en nuestro corazón de una vez por todas y definitivamente, la razón por la cual debemos siempre seguir tu camino, obedecerte, asumir y llevar a cabo sin temor ni duda tu voluntad para nuestra vida, ya que solo así podremos estar seguros de hacer los que es justo y necesario para crecer sanamente, ser fructíferos y cumplir con el propósito para el cual Tú nos creaste. Gracias, mi amado Dios y Señor Jesucristo; he orado tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri