viernes, 3 de noviembre de 2017

EL PROCESO

 

HEBREOS 5:11-14 Nos gustaría decir mucho más sobre este tema, pero es difícil de explicar, sobre todo porque ustedes son torpes espiritualmente y tal parece que no escuchan. Hace tanto que son creyentes que ya deberían estar enseñando a otros. En cambio, necesitan que alguien vuelva a enseñarles las cosas básicas de la Palabra de Dios. Son como niños pequeños que necesitan leche y no pueden comer alimento sólido. Pues el que se alimenta de leche sigue siendo bebé y no sabe cómo hacer lo correcto. El alimento sólido es para los que son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para distinguir entre lo bueno y lo malo. (N.T.V.)


©  Del proceso de santificación.

Muchos inventos modernos están concebidos para ayudarnos a realizar tareas con mayor rapidez. Por ejemplo, el microondas reduce el tiempo de cocción, mientras que las lavadoras y las computadoras aceleran otras tareas. La nueva tecnología tiene el efecto adicional de aumentar nuestro deseo de tener soluciones instantáneas, pero no todo proceso se presta para la prisa.


©  Pensemos en nuestro crecimiento en Cristo, conocido como la santificación:

Ø  Ser cristiano no es un accidente ni una solución fácil, sino una peregrinación, hay cosas que tenemos que aprender a lo largo del camino y aunque podemos escoger torpemente un sendero más largo que el necesario, en realidad no hay atajos.

Ø  Tristemente, hay personas que no crecen espiritualmente después de ser salvas, algunas no son animadas en su fe, ni bien discipuladas.

Ø  Otras dejan de buscar la madurez mediante la oración, la meditación bíblica y el compañerismo en la iglesia. A Dios no le agrada que sus hijos prefieran la comodidad y su propia satisfacción.

Es por eso por lo que su Palabra nos dice: "Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…" (2 Pedro 3:18).

©  ¿Nota usted algún cambio en su vida y en su manera de ser desde el día que recibió la salvación?

El Padre Celestial quiere madurarle. Por eso, esfuércese siempre por cooperar con el Señor leyendo las Sagradas Escrituras, orando, teniendo compañerismo con otros creyentes y arrepintiéndose de cualquier pecado que usted haya cometido.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL DESARROLLO ESPIRITUAL ME ES PROVECHOSO, PUES AL APRENDER LOS CAMINOS DE DIOS, PUEDO ANDAR EN OBEDIENCIA Y VIVIR PARA SU GLORIA. ENTONCES ME ESFORZARE EN EJERCITAR LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES QUE ME AYUDAN A CRECER EN DIOS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Mekaddesh, El Señor que Santifica, que me hace Santo (Levítico 20:8). Dios y Señor mío has dejado claro en tu Palabra que sólo Tú y no la ley, puede limpiar a tu pueblo y hacerlo santo. Por eso vengo hoy a darte gracias, por haberme escogido para ser parte de tu pueblo, sé que eres el artífice de mi transformación, el que diseñó el proceso de santificación que me ha llevado a cada día buscar el poder ser más como Cristo, de manera que mis formas de pensar y actuar se amolden a su estilo de vida y no al del mundo actual. Gracias Padre Santo por ayudarme en este proceso de santificación y transformación; sí, yo quiero y estoy decidido a llegar a la estatura y la plenitud de Cristo, a la madurez espiritual que Tú quieres y has diseñado para mí. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.