DE RODILLAS
LUCAS 22:40-43 Allí les dijo:
- "Oren para que no cedan a la tentación".
Se alejó a una distancia como de un tiro de piedra, se arrodilló y oró:
- "Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía".
Entonces apareció un ángel del cielo y lo fortaleció. (N.T.V.)
© Estando de rodillas ante Dios, podremos estar de pie ante los hombres y las circunstancias.
El pasaje de hoy es un pasaje bien especial pues nos habla de los secretos de la oración. Cuando hablamos de la oración generalmente la asociamos con la palabra petición. Alguien dijo una vez que orar es pedir, aunque la Biblia afirma otra cosa. Si bien la petición está incluida en la oración, ésta abarca mucho más.
Del pasaje que estudiamos hoy, aprendemos tres cosas:
1. Que apartarse y en quietud es la mejor forma para buscar a Dios.
Pues sólo hay silencio y quietud a nuestro alrededor. En los tiempos bíblicos se dice que la gente hacía las cosas más importantes muy temprano en la mañana.
2. Que en la oración el cristiano se presenta de rodillas delante de Dios.
Alguien dijo: "El hombre es más grande de rodillas". Debemos reconocer que muchas veces hemos faltado a nuestra cita diaria y de rodillas con el Señor Jesús. Él se hizo presente en nuestro lugar de oración y nosotros hemos fallado.
3. Que en la oración está incluido el esperar.
A veces pensamos que la oración es hablar, hablar y hablar; pero también incluye el esperar calladamente. Cuando alguien se encuentra con nosotros y nos dice: "Espérame unos minutos que voy a buscar algo para darte", nosotros nos quedamos esperando en silencio que la persona venga con lo que ha prometido. Así sucede también en la oración. Es de gran bendición esperar en el Señor, eso es fe activa y creativa, pues el cristiano que espera nunca desespera, ya que sabe que su Señor siempre llegará a tiempo.
© Entonces, practiquemos la oración de rodillas ante Dios, este es un buen ejercicio de comunión que mantiene saludable nuestro espíritu
CONFESIÓN DE FE:
ME PRESENTO CADA DÍA DELANTE DEL SEÑOR TEMPRANO Y DE RODILLAS, SEGURO QUE EL SIEMPRE ACUDE A LA CITA Y ESTÁ ATENTO A MIS SUPLICAS Y PONGO EN ACCIÓN MI FE PARA ESPERAR SU OBRAR.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Adonai, Señor de señores y Rey de reyes (Apocalipsis 17:14). Mi Dios y mi Señor, hoy me presento de rodillas ante Ti con un corazón agradecido y con la convicción de que me estás escuchando, que estas atento a mi oración. Pero hoy quiero reconocer que necesito aprender estos tres puntos importantes de la oración para hacerme sensible a tu voz, poder escucharte, y saber esperar para ver tu obrar. Renueva mi mente e incorpora estos conceptos a mi tiempo íntimo contigo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu ejemplo de humildad en la oración de rodillas. Amén.