miércoles, 1 de septiembre de 2021

OBSTACULIZAR

 

2 CORINTIOS 12:8-10 Tres veces le he pedido a Dios que me quite este sufrimiento, pero Dios me ha contestado: "Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad". Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí. Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil. (TLA)

 

De cómo, sin darnos cuenta y sin mala intención, algunas veces podemos terminar obstaculizando los procesos de Dios con las personas que amamos.

 

Si alguien que amamos sufre, nuestro primer impulso es querer ayudarlo para quitar su dolor. Buscamos ayudarle económicamente, darle consejos o alguna otra manera de solucionar su situación. Pero, si Dios no está dispuesto a arreglar el problema todavía, el creyente que se involucre se meterá en otra dificultad, ya que el Señor disciplinará al creyente que estorbe su actividad en la vida de la otra persona. El amor puede cegarnos al hecho de que Dios puede llevar a una persona a una situación de total desesperación para que renuncie a su confianza en sí misma.

 

Solo cuando la fortaleza del Señor se manifiesta en su debilidad,

la persona aprende lo que significa confiar en Dios

¡¡¡Procuremos no obstaculizar esa lección esencial!!!

 

Los caminos de nuestro Padre Celestial con frecuencia no tienen sentido para los seres humanos. Nos preguntamos:

¿Cómo puede el dolor ayudarnos a ser victoriosos?

Pero el triunfo más grande del Señor, derrotar la muerte y el pecado, se logró por el sacrificio de Jesucristo, que requirió dolor físico y emocional, este ejemplo nos ayuda a entender por qué Dios siempre utiliza las penalidades en la vida de los creyentes, Él nunca desperdicia una herida. El dolor y la desesperación a menudo nos quitan los "apoyaderos" de los que dependemos, y exhiben nuestra necesidad de un Salvador Todopoderoso. Es natural que queramos librar del dolor a nuestros seres queridos, pero es posible que no seamos la herramienta que Dios desea utilizar con ese fin en ese momento, entonces podemos, por el contrario, obstaculizar su proceso. La forma prudente de proceder es preguntar a Dios si Él quiere que nos involucremos.

 

Después de esto debemos ser sensibles a su voluntad y estar listos a hacernos a un lado para que su plan pueda seguir adelante y surtir el efecto deseado por Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

YA SÉ QUE LA DEBILIDAD DEL HOMBRE Y SUS DIFICULTADES SON UNA VITRINA DONDE SE MUESTRA EL PODER DE DIOS, YO PERMITIRÉ QUE OBRE SU VOLUNTAD EN LUGAR DE OBSTACULIZAR SUS PROCESOS CON LAS PERSONAS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo y Perfecto (Josué 24:19). Mi amado Dios y Señor Todopoderoso Jesucristo, sé que Tú eres único, especial y singular. No hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá, eres distinto de todos y de todo, puro y libre de cualquier error. Santo y Sabio eres Tú, y tu voluntad buena, agradable y perfecta, por tanto, hoy quiero pedir de tu sabiduría para poder discernir el actuar de tu voluntad en la vida de mis semejantes y así no obstaculizar los procesos a los cuales Tú los sometes con el fin de fortalecerlos. Pero también para tener la sensibilidad necesaria y suficiente para actuar en el momento en que Tú lo requieras y lo decidas, pues se que tu mano estará siempre en los procesos de fortalecimiento de nuestras vidas. Gracias, mi amado Señor y Jesucristo por tu amor fiel e inagotable; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri