jueves, 29 de junio de 2023

BIBLIA & HERENCIA

 

HECHOS 20:32 Ahora los encomiendo al cuidado de Dios y a su Palabra, que es capaz de fortalecerlos y de darles la herencia con los demás que están apartados para Dios. (NBV)

 

De cómo reclamar nuestra herencia de parte de Dios por medio de Jesús y la Palabra.

 

¡¡¡Tenemos una herencia por medio de Cristo que viene a nosotros!!!

¿Cómo lo podemos saber?

Por medio de la Biblia, que promete una herencia a aquellos

que leen, creen y meditan la Palabra de Dios

 

Una herencia es lo que se obtiene por ser parte de una familia; es legítimamente nuestro.  Si su padre muere y nunca se tomó el tiempo para leer su testamento o desconoce su existencia, sería tonto, no obtendría lo que le correspondería legítimamente, no se beneficiaría de lo que le pertenece como su hijo. Igual, cuando se convierte en un seguidor de Jesús, no es solo un creyente, es un propietario. Se convierte en parte de la familia de Dios, y los privilegios familiares vienen junto con esa decisión. ¡Usted tiene una herencia espiritual!

 

Pero si caminó toda su vida y no supó qué beneficios estaban disponibles para usted como hijo de Dios, eso sería más triste y tonto. Dios quiere que crezca y sepa lo que está disponible para usted de parte de Él. Pero, para hacer eso, necesita leer la Biblia.

📖 Ya sabemos que la Biblia dice en 2 Timoteo 3:16-17 que:

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra. (NTV)

 

El objetivo principal de la Biblia es ayudarnos a realizar el propósito que Dios tiene para nuestra vida, y es la herencia de Dios lo que se nos debe. Dios quiere que estemos completamente equipados para lo que Él nos llamó. Para hacer eso, hace cuatro cosas a través de las Escrituras:

☝🏼 Él nos enseña. Dios nos muestra el camino por el cual debemos caminar.

☝🏼 Él nos reprende. Dios nos muestra cuando estamos fuera del camino.

☝🏼 Él nos corrige. Dios nos muestra cómo podemos volver al camino.

☝🏼 Él nos entrena. Dios nos muestra cómo podemos permanecer en el camino.

Así es como la Palabra de Dios nos ayuda a crecer y obtener esa gran herencia que Él ha preparado para nosotros, pero solo la obtenemos si abrimos la Biblia y comenzamos a leerla.

 

Piense en esto:

¿Cómo debería ser diferente su vida cuando tiene una herencia del Rey de reyes?

¿Quiere que la Biblia le enseñe, reprenda, corrija y entrene?

¿De qué manera su tiempo en la Palabra de Dios refleja su respuesta?

¿Ha reclamado su herencia a través de Jesús y su Palabra?

 

Recuerde que usted tiene un lugar en la familia de Dios listo y esperándole. La invitación está abierta de par en par, pero debe creer en Jesús y recibirlo como su Señor y Salvador.

 

CONFESIÓN DE FE:

POR AMOR Y GRATITUD A ESA BONDAD TAN SORPRENDENTE, MANIFESTADA EN LA GRAN HERENCIA QUE TENEMOS EN JESUCRISTO Y QUE PODEMOS CONOCER POR MEDIO DE SU PALABRA, DEDICARÉ TIEMPO PARA LEERLA, ESTUDIARLA Y PONERLA EN PRÁCTICA EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Kedoshim, Dios Santo y Verdadero (Levítico 19:2). Mi amado Señor Jesús, hoy sé que Tú eres el portador de nuestra herencia eterna y celestial,  y Tú, mi Dios Padre Todopoderoso, eres único, especial, singular, pues no hay nadie ni nada como Tú, ni nunca lo habrá, eres distinto de todos y de todo, eres puro y libre de cualquier error, tal como tu Palabra, La Biblia, lo dice y lo demuestra; y es por eso por lo que puedo confiar en que Tú me has hecho un heredero en Cristo Jesús, con una herencia incalculable, incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en el Cielo para mí; sellada y garantizada por la presencia del Espíritu Santo en mi vida. Gracias, mi Señor, Padre Celestial, por proveer la más grande herencia en Jesucristo para nosotros, tus hijos, la cual puedo conocer leyendo la Biblia, herencia de riquezas y especialmente de gracia, de acuerdo con tu bondad y misericordia infinitas. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri