lunes, 10 de abril de 2017

LA CRUZ

 

COLOSENSES 2:13-15 Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en La Cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en La Cruz. (N.T.V.)


 La necesidad de La Cruz ¿Qué significa ella para usted?

Muchas personas en el mundo hoy la ven como un símbolo del cristianismo, sin detenerse a pensar en lo que ella representaba en el tiempo de Cristo. Nadie llevaba una cruz de miniatura en el cuello, ni exhibía una en un lugar de culto. La Cruz era un atormentador medio de ejecución, y la sola idea de ella era horrible.

 

Sin embargo, los creyentes a lo largo de los siglos la han escogido como el símbolo de su fe. De hecho, quitar La Cruz de nuestra enseñanza y de nuestra teología, dejaría únicamente una fe vacía y sin poder. Los temas de la muerte, la sangre y el sacrificio se han vuelto impopulares en muchas iglesias, porque son desagradables e incómodos. Preferiríamos escuchar hablar del amor de Dios, no del sufrimiento de Jesús. Pero, déjeme preguntarle esto:

 ¿Cómo podría alguien ser salvo si Cristo no hubiera sido crucificado?

 

Algunos piensan que lo único que uno tiene que hacer para recibir el perdón de Dios, es pedirlo. Pero la petición de un pecador nunca puede ser la base para el perdón que Dios da. Él dejaría de ser Santo y Justo si no castigara el pecado. Según la Biblia, no puede haber perdón sin derramamiento de sangre (Hebreos 9:22). Cristo tuvo que sufrir el castigo por nuestro pecado, para que Dios pudiera concedernos el perdón. Así que cada vez que usted vea una Cruz, recuerde que ella era un instrumento de ejecución. Entonces, agradezca al Señor que estuvo dispuesto a ser crucificado, para que el Padre Celestial pudiera perdonar nuestros pecados.

 

CONFESIÓN DE FE:

AUNQUE LA CRUCIFIXIÓN FUE TERRIBLE, CRISTO CONVIRTIÓ A LA CRUZ EN ALGO GRANDIOSO PARA MÍ, PUES EN ELLA CONSUMÓ EL PLAN DE PERDÓN Y SALVACIÓN, POR EL CUAL HOY SOY LO QUE SOY, TENGO LO QUE TENGO Y HAGO LO QUE HAGO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 17:14). Mi Señor y Salvador Jesucristo, Tú eres el único y verdadero Redentor, el Mesías anunciado que vino de parte del Padre Celestial para perdonar todos nuestros pecados y darnos una vida eterna al lado tuyo en la Gloria de Dios, en el cielo. Gracias por tan soberano sacrificio, Señor, pues La Cruz, esa en la que Tú derramaste toda tu Sangre Preciosa con el fin de consumar el plan de salvación diseñado por Dios para nosotros, siendo un instrumento de ejecución, Tú la convertiste en uno de perdón absoluto, de salvación, y vida nueva y seguridad eterna para los que en Ti creemos y hemos entendido que ocupaste nuestro lugar ahí. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por dejarnos saber el verdadero significado de La Cruz, he orado tu Poderoso nombre. Amén.


Juan Manuel Lamus O.