martes, 5 de julio de 2022

DELEITE & AMOR

 

SALMO 35:27,28 Pero dales mucha alegría a los que vinieron a defenderme; que todo el tiempo digan: "¡Grande es el Señor, quien se deleita en bendecir a su siervo con paz!". Entonces proclamaré tu justicia y te alabaré todo el día. (NTV)

 

De cómo entender que Dios no piensa como nosotros, que sus caminos son diferentes a nuestros caminos. Por eso en nuestro caminar con Él, con frecuencia tendremos que adoptar nuevas definiciones de las palabras con el fin de comprender lo que Él nos está diciendo.

 

El significado que Dios le da a la palabra amor y el que nosotros le damos son dos cosas muy diferentes. Quizá la mejor manera de completar nuestra comprensión del amor de Dios sea viendo la palabra ágape en el Nuevo Testamento. Dos de nuestras palabras que mejor traducen ágape son "bienvenida" y "honor".

1.     El amor ágape de Dios nos da la bienvenida y nos quiere cerca de Él.

Constantemente nos invita y nos atrae hacia Sí mismo. Más que estar irritado por tener que tolerarnos, Él se deleita teniendo el mayor contacto y la mayor conexión posible con nosotros. Su amor nos da la bienvenida totalmente.

2.    El amor ágape de Dios nos confiere honor y valor increíbles.

Aunque Dios no tiene par y nadie en toda la creación se le iguala, Él elige relacionarse con nosotros en términos de respeto; muy parecido a la forma en que un padre interactúa con un hijo adulto. En otras palabras, Dios no sólo se deleita en nuestra cercanía con Él, sino también en quiénes somos. Tiene un alto concepto de nosotros, y nos valora de acuerdo con el lugar que nos ha dado en el orden de Su creación, como supervisores de la tierra. Él mismo nos corona con "gloria y honor" (Hebreos 2:7).

 

Entonces, tan sólo imagínese:

 

¡¡¡Dios nos ama tanto que siempre quiere más de nosotros!!!

Siempre quiere que estemos aún más cerca de Él de lo que estamos,

y nos valora, manteniéndonos en un concepto muy alto

 

Cuánta diferencia hay entre lo que Dios piensa de nosotros y lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. La mayoría de las personas se imaginan que Dios apenas puede soportar verlos y que para Él son más un problema que una bendición. Nuestro pensamiento natural concluye que debemos ser apenas tolerables a Sus ojos.

La verdad es que a sus ojos somos algo "precioso" y dignos de "honor" (Isaías 43:4).

¿Por qué se deleita Dios con nosotros y por nosotros?

¿Por qué nos corrige Dios y nos da instrucciones?

¿Por qué nos perdona Dios?

¿Por qué ordena nuestros pasos el Señor?

Por amor; por eso hoy disfrutaré de su amor definido y me deleitare en Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

UNA DE LAS MEJORES PALABRAS PARA DESCRIBIR LOS SENTIMIENTOS DE DIOS HACIA MÍ ES DELEITE. ÉL NO ESTÁ RENUENTE A DARME SU AMOR, SINO QUE ESTÁ DECIDIDAMENTE DISPUESTO A COLMARME DE DELEITES, Y A DELEITARSE AMÁNDOME, ENTONCES YO TAMBIÉN LO HARÉ.

 

ORACIÓN:

Dios mío, Amoroso Padre celestial, El Simchat Gili, Dios la alegría de mi exaltación (Salmo 43:4). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, Tú eres fuente de alegría permanente para mí, por eso hoy quiero darte gracias por amarme de una manera bien definida, porque Tú te deleitas conmigo, porque Tú me das la bienvenida y me colmas de honor. Por eso te respondo también hoy con todo mi amor, también quiero deleitarme en tu presencia en la cual puedo encontrar gozo, paz, amor; porque a tus ojos soy valioso, precioso y digno de honor, y muchas cosas más que tal vez para mi sean difíciles o imposibles de describir por su magnitud y sobreabundancia de beneficios. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo por deleitarte en mí y por permitirme deleitarme en Ti; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri