SUBORDINACIÓN
HECHOS 5:29-32 Pedro y los apóstoles respondieron:
Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana. El Dios de nuestros antepasados levantó a Jesús de los muertos después de que ustedes lo mataron colgándolo en una cruz. Luego Dios lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. Lo hizo para que el pueblo de Israel se arrepintiera de sus pecados y fuera perdonado. Nosotros somos testigos de estas cosas y también lo es el Espíritu Santo, dado por Dios a todos los que lo obedecen. (N.T.V.)
© ¿Qué es la obediencia? Obediencia se define como subordinación al plan; conformidad con la norma; cumplimiento de las reglas; y sumisión a la voluntad de otro.
1. La obediencia es lo primordial en la vida cristiana. Por ello, antes de tomar cualquier decisión, debemos saber lo que dice la Biblia en cuanto al asunto, qué acción quiere Dios que tomemos, qué actitud nuestra le agrada y qué pasos hay que dar.
2. Obedecer significa hacer lo que Dios dice. Y hacerlo en el tiempo y de la manera que Él dice que lo hagamos. Tenemos, entonces, que conocer sus instrucciones, porque no podemos cumplir con algo que no sabemos. El Espíritu Santo nos ayuda a relacionar nuestra situación con las instrucciones Divinas, y a decidir cuál es la forma de proceder más prudente.
3. La obediencia trae oposición. Sin embargo, una vez que decidimos obedecer y transitar por ese camino, podemos esperar oposición del enemigo. Éste puede utilizar las distracciones para desviar nuestra atención o tentarnos para debilitarnos poco a poco por medio de pequeños pasos de desobediencia. Pero, aunque satanás quiere que desobedezcamos, podemos resistirlo renovando nuestra resolución de obedecer al Padre, así como lo hacía Jesús.
Cada vez que usted es tentado a desobedecer al Señor, su fidelidad y su lealtad a Cristo están en juego. Hágase estas preguntas:
© ¿Está aumentando mi comprensión de la Biblia?
© ¿Qué tan decidido estoy a obedecer al Señor?
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE UNA OBEDIENCIA COMO LA DE CRISTO REQUIERE EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA (MATEO 4:1-10), UNA ACCIÓN OBEDIENTE, Y LA DETERMINACIÓN Y LA DISPOSICIÓN DE SUFRIR TODAS LAS CONSECUENCIAS QUE SE DERIVEN DE NUESTRA SUBORDINACIÓN, Y ASÍ YO LO HARÉ
ORACIÓN:
Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Isaías 6:1). Soberano Rey, Dios Omnipotente, a Ti que estás sentado en un Majestuoso Trono, alto y sublime, dispuesto total y enteramente para nosotros tus seguidores, vengo a darte gracias hoy mi Señor, por la instrucción diaria, por tu guía y tus preceptos, que son perfectos, oportunos y llenos de sabiduría. Me inclino ante Ti para decirte que voy a ser valiente y a obedecer sin condición, de manera que pueda yo experimentar tu Poder Divino en beneficio mío y de los que me rodean. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tus planes perfectos para mi vida, a los cuales me subordino con total confianza y la seguridad de que solo tú me puedes dar el poder para llevarlos a cabo. Amén.