jueves, 15 de septiembre de 2016

REBELDÍA

 

JONÁS 1:1-4…17 El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: "Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente". Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor. Descendió al puerto de Jope donde encontró un barco que partía para Tarsis. Compró un boleto, subió a bordo y se embarcó rumbo a Tarsis con la esperanza de escapar del Señor. Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento sobre el mar, el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con despedazar el barco… Entre tanto, el Señor había provisto que un gran pez se tragara a Jonás; y Jonás estuvo dentro del pez durante tres días y tres noches. (N.T.V.)


©  Del alto costo de resistir a Dios, de la rebeldía. (Leer Jonás 1 completo)

Cuando Jonás huyó del Señor, él pensó que había escapado de una tarea indeseable, pero la rebeldía nunca hace que la vida sea mejor o más fácil. Pronto se encontró en una situación aún menos agradable: un desesperado viaje dentro de un pez.

 

En la historia se destacan dos cosas:

1. La determinación de Jonás de escapar.

El renuente profeta abordó una embarcación que iba en dirección contraria. Quizás usted ha tenido el mismo problema que Jonás: los planes de Dios no coinciden con los suyos. Podemos vivir tranquilamente y en dulce comunión con el Señor hasta el día en que Él nos pida que hagamos algo que no nos guste. Es cuando se prueba nuestra devoción a Dios. Si usted se resiste, Él dejará que una tormenta haga estragos en su alma, hasta que se someta a su autoridad.


2. La persistencia de Dios de perseguirlo.

Como profeta, Jonás tenía que hablar en nombre del Señor, un compromiso que Dios toma en serio. En el pasaje que estudiamos hoy vemos ciertas acciones que el Señor tomó para ayudar a Jonás a cumplir con su obligación. Dios "hizo levantar un gran viento en el mar" (Vs.4) y "tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás" (Vs.17).

 

La rebeldía tiene un alto costo. Perdemos no solo la paz y el gozo, sino también oportunidades para servir a Dios en el futuro. Las consecuencias pueden llegar hasta la eternidad. Usted no querrá estar delante de Cristo, sabiendo que la desobediencia le condujo a la pérdida de recompensas eternas.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE, SI ME RESISTO A DIOS, ÉL PONDRÁ PRESIÓN SOBRE MÍ PARA CAPTAR MI ATENCIÓN Y TRAERME OTRA VEZ A ÉL. ESO MUESTRA LO IMPORTANTE QUE SOY PARA ÉL, ASÍ QUE EVITARÉ LA REBELDÍA.

 

ORACIÓN:

Padre Eterno, El Rahee, Dios que todo lo ve (Génesis 16:13). Mi amado Dios y Señor, Tú eres Dios que todo lo ve y todo lo conoces, por eso hoy vengo a Ti, primero que todo, pidiéndote perdón si he manifestado rebeldía en tu contra en algún momento, pero también para decirte que estoy listo y dispuesto a que hagas conmigo como Tú quieras, pues quiero someterme a tu voluntad para que se cumpla en mí el propósito que Tú has determinado para mi vida. Gracias mi amado Señor Jesús porque sé que tus planes para mi vida son perfectos. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.