lunes, 7 de julio de 2014

AFLIGIDOS

AFLIGIDOS

 

DEUTERONOMIO 8:2,3 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.  Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. (V.R.V.)

 

©      De cómo la disciplina de Dios sobre nuestras vidas crea una fe inquebrantable y fortalece el carácter.

La Palabra de Dios enseña que el Señor es como un padre bueno, que instruye a sus hijos y los disciplina cuando lo cree conveniente. No todos los padres son buenos en dar una correcta disciplina a sus hijos.

©      Disciplina no es violencia sino "poner límites" a la desobediencia y rebeldía.

 

El Señor como Padre Celestial, siempre actúa en la medida justa y adecuada para disciplinar a sus hijos. El pueblo de Israel fue disciplinado en el desierto y el pasaje que estudiamos hoy dice que Dios les envió aflicción. Cuando todo nos va bien en la vida es fácil seguir a Dios, pero cuando todo se pone oscuro, los problemas vienen y las dificultades surgen, allí se ve el carácter del cristiano y la calidad de fe que tenemos: Estable o inestable, fuerte o débil.

 

Las pruebas o los desiertos de la vida tienen varios propósitos:

1.   Uno de ellos es probar precisamente nuestra fe, para ver si ella tiene calidad espiritual. La fe que permanece firme en Dios, en medio de las dificultades de la vida, es verdadera fe. Si en medio de nuestros problemas nuestra fe comienza a flaquear, significa que nuestra fe no tiene raíces profundas y que debemos apuntalarla y reforzarla. La medida de nuestra fe se ve en la medida que soportamos, confiando en Dios, las aflicciones de la vida.

2.   El otro es probar la madurez de nuestro carácter. El carácter de un cristiano que está a la altura de Cristo no titubea ni cambia su fe por idolatría, es decir en la aflicción se mantiene firme en sus convicciones.

 

CONFESIÓN DE FE:

ME AFERRO AL SEÑOR DE TODO CORAZÓN EN MEDIO DE MIS PRUEBAS, PARA QUE MI FE NO SE DEBILITE, MÁS BIEN SE VEA INCREMENTADA Y MI CARÁCTER FORTALECIDO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Nissi, Dios es mi Estandarte (Éxodo 17:15). Mi amado Señor, yo sé que en medio de las aflicciones de la vida puedo verte Alto y Levantado como un estandarte de guerra, y si mantengo mis ojos en ti seré milagrosamente victorioso. Es por eso que en este tiempo de aflicciones y desiertos me doy cuenta, Señor, que mi fe puede caer y mi carácter debilitarse, así que quiero en este momento pedirte que me levantes y apuntales mi fe y fortalezcas mi carácter, para que ellos me den la estabilidad espiritual que necesito en este momento tan especial de mi vida. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por mostrarme la medida de fe y carácter a los cuales debo apuntar para llegar. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.