sábado, 5 de enero de 2019

¡¡¡URGENTE...!!!

 

Urgente…

Es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.

 

Urgente…

Es la manera más pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron importantes.

 

Urgente…

Es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te preguntes: ¿qué significado tiene todo esto que hago?

 

Urgente…

Es que te detengas y veas… ¡cuan grande eres!

 

Urgente…

Es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves… ¡a la gente!

 

Urgente…

Es que seamos más humanos… ¡más hermanos!

 

Urgente…

Es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.

 

Urgente…

Es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor y dale gracias a Dios por tan grande regalo.

 

Urgente…

Es que te sientas vivo en cuerpo y alma, que veas tus brazos, tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad, que vibres con la vida que te ha regalado el Padre celestial.

 

Urgente…

Es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y sientas como el aire llena tus pulmones… ¡estas vivo!

 

Urgente…

Es que le digas a la gente que la quieres, cuánto la amas hoy, no esperes hasta mañana, puede ser demasiado tarde.

 

Urgente…

Es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.

 

ECLESIASTÉS 3:1-11

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora:

Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado;

tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir;

tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar;

tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntar piedras;

tiempo de abrazar y tiempo de dejar de abrazar; tiempo de buscar y tiempo de perder;

tiempo de guardar y tiempo de arrojar; tiempo de romper y tiempo de coser;

tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer;

tiempo de guerra y tiempo de paz.

¿Qué provecho saca el que hace algo de aquello en que se afana?

He considerado la tarea que Dios ha dado a los hijos del hombre para que se ocupen en ella.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; también ha puesto eternidad en el corazón de ellos,

de modo que el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. (RVA'15)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.