martes, 19 de mayo de 2015

OREN

 

COLOSENSES 4:2,3A Dedíquense a la oración. Estén listos para enfrentar cualquier situación mediante la oración y el dar gracias a Dios. Todos juntos pidamos a Dios que nos abra una puerta para comunicar su mensaje a la gente. (P.D.T.) 

 

©      La importancia de orar, siguiendo el ejemplo de los héroes de la Biblia.

Es muy interesante que cada vez que leo un pasaje de la Biblia hay algo que tiene que ver con oración. Encuentro ejemplos, o mandamientos o exhortaciones o tal vez promesas que tienen que ver con la oración. Por ejemplo, encuentro un Jacob luchando con Dios o un Daniel quien oraba tres veces al día, un David quién con todo su corazón clamó a Dios y sobre la montaña encontramos un Elías orando al Señor, en la cárcel un Pablo y Silas que oraban y alababan. Yo encuentro en la Palabra de Dios multitudes de mandamientos sobre la oración y miles de promesas basadas en esta.

 

©      ¿Qué me enseña todo esto? 

Sin duda me enseña las grandes reservas acumuladas para mí en la oración y por supuesto la importancia de la oración como un medio que el Señor me ha dado para comunicarme con Él. Dios ha destacado en su Palabra a través de estas verdades el destino que Él tiene para mí como hijo y siervo de Él. Si Dios me habla en Su Palabra acerca de la oración, es porque sabe que yo necesito de la oración. Son tan profundas las reservas que Dios tiene para mí como hijo que no las podré ver en acción hasta que no llegue a ese depósito de reservas con la única llave que encaja en esa cerradura, la oración.  Un alma sin oración es casi un alma sin Cristo, porque oración y Cristo están tomados de la mano. La oración es el balbuceo de un niño creyente, el grito del creyente combatiente, es el suspiro  del que ya no tiene aliento, es la comodidad, la fortaleza y el honor de un cristiano.  Si yo soy un hijo de Dios no podré estar tranquilo hasta que no vea el rostro de mi Padre en oración.  Necesito orar para ser más santo, más humilde y más paciente; para ser un ejemplo y bendición a otros.   La orden que recibo del Señor hoy es: Perseverad en oración, velando en ella con acción de gracias (Vs.3 - V.R.V.).  En la vida cristiana la oración es como el oxígeno a los pulmones.  No podremos vivir espiritualmente sin oración. 

 

CONFESIÓN DE FE:

QUIERO RESPIRAR EL OXÍGENO ESPIRITUAL DE LA ORACIÓN PARA DARLE VIDA A MI ESPÍRITU POR EL ESPÍRITU DE DIOS; ME MANTENDRÉ EN ORACIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS A EL.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Elyon, El Altísimo (Génesis 14:18). Mi amado Rey y Señor, el Libro de los libros, Tu Sagrada Palabra, la Santa Biblia me invita cada día a entrar en la sala de Tu Trono y al depósito de las reservas celestiales a través de la oración; este es un gran y único privilegio, puedo llegar confiadamente ante Tu Presencia y llenar mi corazón con Tu Gracia a través del maravilloso camino de la oración. Gracias por preparar ese camino para mí en este día, y por siempre ayúdame Espíritu Santo, pon en mi el deseo de orar, yo pondré la disciplina y tu Padre Celestial, pondrás el deleite. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por Tu ejemplo de perseverancia en la oración. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.