viernes, 22 de septiembre de 2017

EL PRECIO

 

MATEO 11:28-30 Luego dijo Jesús: Vengan a Mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y Yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque Yo Soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana. (N.T.V.)

1 PEDRO 5:7.8 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque Él cuida de ustedes. ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. (N.T.V.)


©  Del precio de la falta de oración.

La oración era una prioridad en la vida del Salvador, el Señor Jesús se mantenía en comunión constante con su Padre.

 

Igualmente, orar es esencial hoy para cualquiera que quiera ser utilizado por Dios de una manera poderosa. En otras palabras, si usted desea andar en el Espíritu y tener una vida santa, el tiempo que pase con el Señor tiene que ser parte de su cotidianidad. Si permitimos que nuestro tiempo a solas con el Señor deje de ser una prioridad, quedaremos desprotegidos contra el desánimo, la duda y la frustración. Si nos alejamos del Padre Celestial y dejamos de tener comunión con Él, comenzaremos a sentir la influencia espiritual, emocional y física de nuestras circunstancias terrenales. La oración levanta nuestras cargas, de modo que no tengamos que soportar el peso de ellas. Ya sea que nos las dé el Señor para enseñarnos, o nos las impongamos nosotros mismos como resultado de las decisiones que tomemos, Dios nos dice que echemos nuestras cargas sobre Él (1 Pedro 5:7). Llevar una carga que no esperábamos puede afectarnos espiritual, física y emocionalmente.

 

Los creyentes débiles son blancos excelentes para los ataques del enemigo. Primero, nos ataca con el desánimo. Después, cuando perdemos la esperanza, estamos listos para ser víctimas de la duda. El diablo sabe que un cristiano lleno de dudas puede fácilmente ser desanimado. Por eso, le susurra cosas como:

Ø  "¿Dónde está Dios?" y "¡La vida cristiana no sirve!"

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE LA ORACIÓN ES VITAL PARA NUESTRA SUPERVIVENCIA Y DE QUE, AL IGUAL QUE EL SEÑOR JESÚS, DEBEMOS DEPENDER DE LA ORACIÓN PARA OBTENER DIRECCIÓN. ENTONCES ASÍ LO HARÉ, BUSCARÉ DE SU PRESENCIA EN ORACIÓN PERMANENTEMENTE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová El Shaddai, Dios Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi Rey y mi Señor, Tú eres Dios que suple todas las necesidades de tu pueblo, y más cuando libramos nuestras batallas de rodillas en oración llena de fe. Gracias Señor Jesús, pues mi fe puesta en Ti, además de cambiar las cosas para mi vida, fortalece mi corazón y mi espíritu en las dificultades. Yo sé que la fe es el mayor recurso que tengo para producir todo lo que necesito, y por eso te doy gracias, porque Tú me enseñaste a ponerla en acción con tu sacrificio en la cruz, donde me diste toda la victoria. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por la herramienta de la oración para librar con efectividad la batalla de la fe. Amén.


Juan Manuel Lamus O.