lunes, 24 de octubre de 2016

¡VICTORIA!

 

2 CORINTIOS 4:15-18 Todo esto es para beneficio de ustedes, y a medida que la gracia de Dios alcance a más y más personas, habrá abundante acción de gracias, y Dios recibirá más y más gloria. Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre. (N.T.V.)


©  De la victoria en medio de las dificultades, asegurada para el verdadero seguidor de Cristo.

No existe una vida libre de problemas, pero algo dentro de nosotros sigue esperando que así sea. Hay incluso quienes piensan que cuando una persona se vuelve cristiana, Dios quita todas las dificultades, pero no pasa mucho tiempo sin que aparezca el desengaño. Esto puede deberse a que Dios está en el proceso de limpiar y cambiar viejas actitudes y hábitos que no encajan en la vida de un creyente.

 

La salvación es el inicio de un largo proceso de transformación que dura toda la vida. Hay áreas de nuestra vida que necesitan ser lijadas, filtradas y modeladas a la semejanza de Cristo, y los problemas son una de las herramientas más efectivas de Dios. Los hombres y las mujeres de la Biblia que Dios utilizó grandemente, sufrieron dificultades y respondieron de una manera correcta.

Por ejemplo, el apóstol Pablo entregó toda su vida para servir a Cristo. Fundó y alentó a muchas iglesias, dio respuesta a preguntas teológicas difíciles y escribió muchas epístolas de la Biblia. Sin embargo, sus sufrimientos superaron cualquiera de los sufrimientos de muchos de nosotros. Parece injusto que Dios permitiera tantas dificultades, pero esto fue lo que lo moldeó y lo preparó para que fuera un siervo tan efectivo. Sin el sufrimiento, no habría cultivado una relación íntima con Dios, ni habría sido usado tan poderosamente.

 

No sé lo que usted enfrenta hoy, pero estoy seguro que Dios puede utilizar eso para acercarlo a Él. Cada dificultad exige una elección: usted puede desaprovechar su sufrimiento y volverse muy desdichado, o puede dejar que el Señor lo convierta en un siervo suyo valioso y efectivo.

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY ELIJO APROVECHAR LAS DIFICULTADES DE LA VIDA PARA SER TRANSFORMADO CADA VEZ MÁS A LA IMAGEN Y SEMEJANZA DE CRISTO, PARA CONVERTIRME ASÍ EN UN SIERVO DE DIOS MUY VALIOSO Y EFECTIVO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Nisi, El Señor mi Estandarte (Éxodo 17:15). Mi amado Rey y Señor, Tú eres nuestra bandera o estandarte, es por eso que en medio de las batallas de la vida te podemos ver Alto y Levantado, y si mantenemos nuestros ojos puestos en Ti y te seguimos sin condición seremos milagrosamente victoriosos. Gracias quiero darte hoy mi Señor Jesús porque en Ti puedo obtener la victoria en medio de las dificultades, y por hacer de ellas un instrumento para moldearme y transformarme cada día más a tu imagen y semejanza. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.