ELEGIR OBEDECER
1 SAMUEL 15:10,11…19-23 Luego el Señor le dijo a Samuel: "Lamento haber hecho a Saúl rey, porque no me ha sido leal y se ha negado a obedecer mi mandato"… ¿Por qué no obedeciste al Señor? ¿Por qué te apuraste a tomar del botín y a hacer lo que es malo a los ojos del Señor? ¡Pero yo sí obedecí al Señor! insistió Saúl. ¡Cumplí la misión que Él me encargó! Traje al rey Agag, pero destruí a todos los demás. Entonces mis tropas llevaron lo mejor de las ovejas, de las cabras, del ganado y del botín para sacrificarlos al Señor tu Dios en Gilgal. Pero Samuel respondió: ¿Qué es lo que más le agrada al Señor: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. La rebelión es tan pecaminosa como la hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos. Así que, por cuanto has rechazado el mandato del Señor, Él te ha rechazado como rey. (N.T.V.)
© De la autoridad ordenada de Dios. (Leer 1 Samuel 15:1-23)
El plan de Dios para cada uno de nosotros es que tengamos lo que es mejor para nosotros. Su designio nos lleva a plenitud de vida, pero no nos creó para que fuéramos unos robots sin vida y sin entendimiento. El Señor nos permite elegir si vamos a obedecerle o no. Nuestra naturaleza humana tiende a elegir un rumbo egocéntrico que se aparta de la autoridad de Dios, pero al hacerlo nos perdemos de lo mejor que Él tiene para nosotros.
Pensemos en la vida del rey Saúl. Dios escogió a este hombre para que fuera rey, y le dio órdenes (Vs.3). Aunque Saúl conocía las instrucciones del Señor, decidió hacer las cosas a su manera. A veces, su pecado era indudablemente deliberado, tal como su intento de asesinar a David por celos. Otras veces, sin embargo, su rebelión parecía menos clara. Por ejemplo, a pesar de la orden que Dios le dio de destruir por completo a los amalecitas y a sus animales, Saúl dejó con vida lo mejor del rebaño, con la justificación de que eran para "ofrecer sacrificios a Jehová" (Vs.21). Su desobediencia le costó el trono y, al final, lo llevó a la destrucción. Este hombre eligió el camino que satisfacía sus deseos carnales del momento, pero como sabemos por su historia, el resultado final no fue nada agradable.
Nosotros podemos aprender de los errores de Saúl. La obediencia a medias es desobediencia, es pecado. Cada día enfrentamos los mismos tipos de decisiones, aunque los detalles sean diferentes, tanto las tentaciones grandes como las pequeñas nos atraen.
CONFESIÓN DE FE:
PUEDO VIVIR DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DE DIOS, OBEDECIENDO SU DIRECCIÓN O NEGARME A HACERLO, PERO YO ELIJO HOY VIVIR COMO ÉL MANDA, OBEDECIÉNDOLE SIN CONDICIÓN.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Kol Basar, Dios de toda carne (Jeremías 32:27). Mi Rey y mi Señor, El Todopoderoso, se que Tú has creado a todos los seres sobre la tierra y demandas que se conformen a tus planes para ellos, y yo hoy elijo obedecerte incondicionalmente, pues soy consciente que tus planes para mi vida son perfectos, y que obedecer solo en parte es desobediencia. Así que quiero darte gracias porque tu voluntad para mi vida es buena, agradable y perfecta, y los resultados de obedecerte igualmente lo son. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.