jueves, 6 de agosto de 2015

DUDANDO

 

JUAN 20:24-29 Tomás, uno de los doce discípulos (al que apodaban el Gemelo), no estaba con los otros cuando llegó Jesús. Ellos le contaron: ¡Hemos visto al Señor! Pero él respondió: No lo creeré a menos que vea las heridas de los clavos en sus manos, meta mis dedos en ellas y ponga mi mano dentro de la herida de su costado. Ocho días después, los discípulos estaban juntos de nuevo, y esa vez Tomás se encontraba con ellos. Las puertas estaban bien cerradas; pero de pronto, igual que antes, Jesús estaba de pie en medio de ellos y dijo: 

-       La paz sea con ustedes. Entonces le dijo a Tomás:

-       Pon tu dedo aquí y mira mis manos; mete tu mano en la herida de mi costado. Ya no seas incrédulo. ¡Cree! ¡Mi Señor y mi Dios! exclamó Tomás. Entonces Jesús le dijo:

-       Tú crees porque me has visto, benditos los que creen sin verme. (N.T.V.)

 

©      Cuando ataca la duda debemos tener cuidado de las falsas doctrinas, manteniéndonos firmes en la fe y las convicciones.

Un Joven estaba luchando con su fe. Después de crecer en un hogar donde lo amaron y lo criaron de una manera piadosa, permitió que las malas decisiones y las circunstancias lo alejaran del Señor. Aunque había afirmado conocer a Jesús cuando era un niño, ahora luchaba con la incredulidad y las falsas doctrinas.

Un día mientras hablaba con él, le dije: "Sé que caminaste con el Señor por largo tiempo, pero justo ahora no estás tan seguro acerca de Jesús y la fe.

©      ¿Puedo decirte que creo que te encuentras en el "Tiempo de Tomás" en tu vida?"

Él sabía que Tomás era uno de los doce apóstoles y que había confiado abiertamente en Jesucristo por varios años. Le recordé a este joven que, después de la muerte de Jesús, Tomás dudo de que Él realmente hubiese resucitado de la tumba. Pero ocho días después, el Señor se le apareció a Tomás, le mostró sus cicatrices y le dijo que dejara de dudar y creyera. Finalmente, listo para abandonar sus dudas, Tomás dijo: "¡Señor mío, y Dios mío!"

 

©      ¿Será posible que te encuentres en el "Tiempo de Tomás"? ¿Es un momento en el que te parece difícil sentirte cerca de Jesús, tal vez incluso dudando de Él?

No permitamos que la duda y las falsas doctrinas entren en nuestros hogares, somos responsables de la sanidad espiritual de nuestras familias. Jesús está esperándote, extiende tu brazo y toma su mano marcada por los clavos, un hijo de Dios siempre es bienvenido a casa.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO ME PERMITIRÉ ENTRAR EN EL "TIEMPO DE TOMAS", PUES SE QUE JESÚS ES MI SEÑOR Y MI SALVADOR; LA DUDA NO ME ARREBATARA MIS BENDICIONES.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai, Rey de reyes y Señor de señores (Deuteronomio 10:17). Mi amado Dios y Señor, se que Tu eres el Amo Supremo, el Rey, el Señor por sobre todos los poderes y autoridades que existen en el universo. Gracias quiero darte hoy mi Señor y Salvador Jesucristo, pues Tu eres mi Dios hoy y siempre, y así lo determinaré en mi corazón por medio de la fe que Tú has puesto en mí, aquella que crece en la medida en que yo la pongo en acción, para todas las áreas de mi vida y en toda circunstancia y lugar. No necesito ver para creer, yo necesito creer para ver. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.