viernes, 6 de febrero de 2015

 

ARREPENTIMIENTO

 

LUCAS 24:45-47 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras,  y dijo:

-       Efectivamente, se escribió hace mucho tiempo que el Mesías debería sufrir, morir y resucitar al tercer día. También se escribió que este mensaje se proclamaría con la autoridad de Su Nombre a todas las naciones, comenzando con Jerusalén: "Hay perdón de pecados para todos los que se arrepientan". (N.T.V.)

 

©      ¿Cuántas veces ha quedado usted atrapado en un "ciclo de culpabilidad"?

Éste consiste en confesar siempre el mismo pecado, diciéndole a Dios que lo lamenta, y prometiendo que no lo cometerá otra vez, pero con la sospecha de que probablemente volverá a hacerlo; luego cae en lo mismo otra vez. Lo ha confesado decenas de veces, pero aún no tiene la victoria.

Pero hay una promesa bíblica que dice:

©      "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).

 

Dios mantiene firme esa promesa, son las personas quienes fallan. Hemos convertido la confesión en una repetición mecánica de nuestros defectos. La actitud es:

-       "Estoy decepcionado de mí mismo, pero soy débil y Dios lo sabe".

 

La verdadera confesión significa coincidir con el Señor en que lo que Él llama pecado es pecado, y ello está inseparablemente conectado con el arrepentimiento; son dos caras de la misma moneda. Arrepentirse es dar la espalda al mal. Al mirar nuestro pecado desde la perspectiva de Dios, veremos sus terribles consecuencias y desearemos huir del mismo tan rápido como nos sea posible.

 

En términos prácticos, confesar y arrepentirse exige la decisión deliberada de decir:

-       "Por el poder del Espíritu Santo, le doy la espalda a mi pecado".

Satanás todavía le tentará y el fracaso sigue siendo una posibilidad. Pero Dios puede romper las cadenas de su pecado y hacerle libre. La victoria puede ser inmediata o, en algunos casos, la tentación que tiene que ver con un pecado habitual no desaparece nunca, entonces, se hace necesario enfrentarla cada día con la fortaleza de Dios.

©      Si usted abandona el pecado, el poder del cielo está allí para ayudarle.

 

CONFESIÓN DE FE:

BUSCARÉ EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO APARTÁNDOME DE MIS PECADOS HABITUALES LUCHANDO CONTRA LA TENTACIÓN Y ACERCÁNDOME A DIOS CONFIADAMENTE PARA CONFESARLOS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Selichot, Dios del Perdón (Nehemías 9:17). Los hombres podemos ser lentos para perdonar, pero está en la naturaleza del Todopoderoso el perdonar. Amado Padre Celestial, gracias por Tu Espíritu Santo que trabaja permanentemente en mí y me redarguye en cuanto a mis debilidades de carácter, pero a la vez me da la fortaleza necesaria para enfrentar la tentación que cada día viene sobre mi vida. Así que yo estoy dispuesto a luchar de Tu mano para evitar las consecuencias de mi pecado, los cuales yo se que Tu perdonas, si estoy genuinamente arrepentido, pero la consecuencia es inevitable. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por Tu amor y Tu misericordia, por medio de los cuales perdonas todos los días mis faltas. Amén.


Juan Manuel Lamus O.