jueves, 9 de abril de 2015

COMPROMETIDOS

 

DANIEL 3:14-18 Nabucodonosor les preguntó:

-       ¿Es cierto, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ustedes se rehúsan a servir a mis dioses y a rendir culto a la estatua de oro que he levantado? Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder?

Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron:

-       Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado. (N.T.V.)

 

©      ¿Estamos comprometidos con Dios realmente y sin reservas?

Daniel vivía en una sociedad pagana cuyos valores eran contrarios a los de Dios. Pero, por su devoción al Señor y su intimidad con Él, el joven pudo oír la dirección Divina y mantener su celo espiritual. También lo motivaba la confianza de que Dios estaba en acción. Enfrentados a un futuro incierto, Daniel y sus amigos realizaban inteligentemente las tareas que les habían sido asignadas, y le confiaron al Padre su futuro (Daniel 1:17-20). El Señor desea tener seguidores como ellos, a personas que:

1.   Se comprometan con Él sin reservas,

2.   Permitan que el Espíritu Santo les dé el poder de aceptar riesgos, y

3.   Acepten seguir a Dios donde sea.

 

Daniel y sus amigos deseaban también dar un fuerte testimonio a los demás. A sus amigos se les dio la alternativa de adorar una imagen de oro, o bien ser lanzados dentro de un horno de fuego ardiendo. Su firme deseo de honrar a Dios y de dar un claro testimonio a quienes los observaban, los motivó a rechazar la adoración al ídolo. Si nuestro propósito es agradar a Dios, recibiremos el poder para obedecerle. Si nuestra tarea es desagradable o muy difícil, podemos flaquear, pero Dios utiliza entonces la presión para que sigamos adelante. Daniel no vaciló, pero Jonás sí. El inflexible acoso del Señor motivó a Jonás a volverse a Él, y a aceptar testificarle a Nínive (Jonás 1:12; 3:1-3).

 

Dios nos ha llamado a nosotros también a servirle sin reservas y a ser testigos ante quienes nos rodean. Él usa al Espíritu Santo, a las personas y a las circunstancias para empujarnos al lugar donde Él quiere que vayamos. Pídale al Señor que le ayude a comprometerse del todo con Él, y para vivir de verdad esa promesa cada día.

 

CONFESIÓN DE FE:

MI COMPROMISO CON DIOS ES PERMANENTE E INELUDIBLE, ESTARÉ SIEMPRE A SU SERVICIO A DONDE QUIERA QUE VAYA O EL ME ENVÍE, SERÉ SU TESTIGO FIEL Y FIDEDIGNO.

 

ORACIÓN:

Dios mío, Padre Celestial, El Emunah, El Dios Fiel (Deuteronomio 32:4). El Fuerte es completamente confiable. Uno puede confiar en Él completamente, en esta vida y en el destino eterno. El estar siempre a Tu lado y dispuesto para realizar el trabajo para el cual Tu me has llamado, el testificar de Ti, servirle a Tu pueblo, y por medio de esto honrarte y agradarte, es para mí una prioridad muy importante en mi vida. Hoy clamo a Ti por ayuda para mantenerme en esta actitud, ser valiente y esforzado, y reflejar así a los demás el Cristo  que mora en mí. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por Tu fidelidad demostrada generosamente con Tu compromiso incondicional en la cruz del Calvario. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.