viernes, 26 de octubre de 2018

FAVORECEDORA

 

PROVERBIOS 8:1-5… 32-35 ¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia? Toma su puesto en las alturas, a la vera del camino y en las encrucijadas. Junto a las puertas que dan a la ciudad, a la entrada misma, grita a voz en cuello: "A ustedes los hombres, los estoy llamando; dirijo mi voz a toda la humanidad. Ustedes los inexpertos, ¡adquieran prudencia! Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!… Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos. Atiendan a mi instrucción, y sean sabios; no la descuiden. Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa. En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor." (NVI)

 

Experimentando la mano favorecedora del Señor. (Leer Proverbios 8 completo)

Humanamente, nos resulta imposible pensar que el Señor Jesús necesitara mejorar o crecer en alguna forma, pero la Palabra de Dios nos dice que Él "crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres" (Lucas 2:52). Como Dios, Él era perfecto y lo tenía todo, pero como ser humano tenía que crecer en sabiduría y en gracia. Y nosotros también.

 

Cuando nos convertimos en hijos de Dios al poner nuestra fe en el Señor Jesucristo, somos aceptados totalmente y muy amados, más allá de nuestro proceder. No es posible que el Señor nos ame más algunas veces que otras, porque Él es amor (1 Juan 4:16) y no puede dejar de amar. Pero cuando hablamos del favor de Dios, entonces hablamos de algo diferente, pues éste puede ser dado o quitado por nuestro Padre Celestial. La responsabilidad del creyente es elegir el camino que le conduzca al favor de Dios, de acuerdo con las pautas establecidas en la Biblia. Algunos de los caminos deseados por el Señor están descritos específicamente en Proverbios 8, en el que la sabiduría aparece personificada, ella está clamando en las calles e invitando a los hombres a venir a Dios. Termina su discurso diciendo: 

"Quien me encuentra, halla la vida y recibe el favor del Señor" (Vs.35).

De este pasaje aprendemos que alcanzar la sabiduría y el favor de Dios es un proceso que requiere varios pasos: 

1.   Debemos escuchar y guardar los caminos de la sabiduría. 

2.   Luego se nos aconseja que atendamos la instrucción y que no la menospreciemos. 

3.   Por último, se nos exhorta a velar cada día y aguardar en sus puertas (Vs.32-34).

 

Dios se complace cuando sus hijos actuamos con sabiduría, y entonces podremos experimentar su mano favorecedora en nuestras vidas.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE HALLAMOS EL FAVOR DE DIOS CUANDO ESCUCHAMOS Y ACTUAMOS DE ACUERDO A SU SABIDURÍA, ATENDEMOS SU INSTRUCCIÓN, VELAMOS Y AGUARDAMOS CADA DÍA A SUS PUERTAS, POR LO TANTO, ASÍ LO HARÉ.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Shaddai, Dios Todo Suficiente, (Génesis 17:1). Dios y Señor mío, hoy quiero darte gracias porque Tú como una madre que amamanta, nutres y satisfaces completamente a tus hijos, los que te hemos reconocido como Padre, y tomas cuidado de todas nuestras necesidades. Hoy siento como mi amor te busca y se funde con el tuyo, y la luz, la paz y la armonía nos acercan infinitamente. Sé que no hay nada que pueda separarnos porque soy parte de Ti, esa parte que siempre cuidas y velas con esmero, paciencia, sabiduría, perdón y misericordia.Cuántas veces he experimentado tu mano favorecedora, y sé que habrás de demostrármela cuantas veces sean necesarias, porque me someto a Ti y escucho y actúo de acuerdo a tu sabiduría, y humilde y rendido ante tus pies recibo con confianza la instrucción que me das. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.