miércoles, 30 de enero de 2019

AMPARADOS

 

JOSUÉ 1:5b en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. (RV60)

 

© Estas palabras dirigidas a Josué se repiten muchas veces; son la base de aquellas otras del Nuevo Testamento:

HEBREOS 13:5b Él dijo: "No te dejaré ni te desampararé". (RV60)

 

Delante de nosotros se presenta una vida de combates, pero el Señor de los ejércitos está con vosotros:

 

© ¿Estamos llamados a conducir un pueblo numeroso e inconstante?

Esta promesa nos asegura toda la sabiduría y prudencia necesarias.

© ¿Tenemos que luchar con astutos y poderosos enemigos?

Aquí tenemos la fuerza y el valor y la victoria.

© ¿Tenemos que conquistar una rica herencia?

Tenemos una señal del éxito en nuestros propósitos: El Señor está con nosotros.


Sería una verdadera calamidad si Dios pudiera faltar a su palabra; pero como esto nunca podrá suceder, el viento de la inquietud humana se estrellará contra el muro de la fidelidad Divina. El Señor nunca nos abandonará suceda lo que suceda, Él velará a nuestro lado. Los amigos nos desamparan y su auxilio es como lluvia que viene y se va; pero Dios es fiel.

© Jesús es el mismo eternamente y el Espíritu Santo mora en nosotros.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE DIOS NO PUEDE SER INFIEL, POR LO TANTO, TAMPOCO MI FE SE DEBILITARÁ; Y COMO ÉL NO ME DESAMPARARÁ, TAMPOCO YO LE DESAMPARARÉ, SIEMPRE SERÁ PREEMINENTE EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial. El Emunah, el Dios Fiel (Deuteronomio 32:4). Mi amado Dios y Señor Jesús, sé que Tú, El Fuerte eres completamente confiable, entonces podemos confiar en Ti completamente, en esta vida y en el destino eterno. Es por todo esto y más que yo me apropio hoy de las promesas de tu Palabra y como dice le salmista digo yo: Ven, alma mía, cálmate y ten confianza, si las nubes se amontonan, el Señor las disipará, sea siempre nuestra fe tranquila y amparada en la fidelidad del Señor, pues hoy es un día para experimentar la seguridad de su compañía y su amor eterno. Señor Jesús, gracias por darme promesas como esta, jamás podré decir que me siento desamparado porque Tú estas a mi lado cobijándome con tu dulce amor, tu amparo para mi vida ha sido, es y será siempre evidente; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!



Juan Manuel Lamus O.