martes, 2 de julio de 2019

PARA AMAR

 

MARCOS 12:28-34 Uno de los maestros de la ley religiosa estaba allí escuchando el debate. Se dio cuenta de que Jesús había contestado bien, entonces le preguntó:

-       De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante? Jesús contestó:

-      El mandamiento más importante es: "¡Escucha, oh Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". El segundo es igualmente importante: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Ningún otro mandamiento es más importante que estos. El maestro de la ley religiosa respondió:

-      Bien dicho, Maestro. Has hablado la verdad al decir que hay solo un Dios y ningún otro. Además, yo sé que es importante amarlo con todo mi corazón y todo mi entendimiento y todas mis fuerzas, y amar a mi prójimo como a mí mismo. Esto es más importante que presentar todas las ofrendas quemadas y sacrificios exigidos en la ley. Al ver cuánto entendía el hombre, Jesús le dijo:

-       No estás lejos del Reino de Dios.

Y, a partir de entonces, nadie se atrevió a hacerle más preguntas. (NTV)

 

De cómo fuimos creados para amar a los demás, es el mandamiento más importante.

Amar a nuestro prójimo es un mandamiento bíblico y la base de la regla de oro, pero la frase no está completa sin "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Vs.31). Si queremos ser vasos para derramar el amor del Padre Celestial en los demás, tenemos que ocuparnos de ellos.

 

Independientemente de cómo actuemos o nos sintamos, nuestro Padre nos ama con amor perfecto. La prueba está en Juan 3:16, el cual dice que Dios amó tanto a la humanidad, que dio a su Hijo para que muriera por sus pecados, aunque éramos sus enemigos (Romanos 5:8-10). Nadie es digno del sacrificio que hizo Cristo, pero el sentir del Padre Celestial es que valemos la pena. Si Él nos considera valiosos, entonces debemos ver a los demás de la misma manera. Recibir el amor de Dios debería inspirarnos a amar a todos los que nos rodean, aunque sea más fácil amar a unos que a otros. En los evangelios, el Señor Jesús repite el mandamiento a sus discípulos, probablemente porque sabía que nos encontraríamos con personas difíciles de amar. Pero nos asemejamos más a Dios cuando nos preguntamos:

¿Cómo puedo servir a esta persona? ¿Qué es lo mejor para ella?

Aunque encontraremos personas que parecen difíciles de amar, el mandamiento se mantiene: Debemos amarlas como a nosotros mismos. Esta es una poderosa herramienta de evangelización. Pocos pueden resistir la atracción de un amigo afectuoso que se comporta como el amigo perfecto. ¿Conoce a alguien que necesita sentirse amado hoy?

 

¡¡¡Fuimos creados por Dios para Amar al Prójimo, es el Mandamiento!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

OBEDECERÉ AL SEÑOR Y DEJARÉ QUE SU PERFECTO AMOR LLENE MI CORAZÓN Y ENTONCES PODRE VIVIRLO COMO PRINCIPIO DE VIDA PRODIGÁNDOLO A MIS SEMEJANTES COMO ÉL LO HA HECHO CONMIGO.

 

ORACIÓN:

Padre Amoroso, El Kjesed, Dios de Amor fiel e inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Rey y Señor, Dios de Amor real, quien nos amo primero y sin condición, hoy vengo a darte gracias porque en Ti puedo vivir bajo tu Amor Señor Jesús. Adonai, Rey de reyes y Señor de señores, hoy quiero pedirte que me enseñes a caminar en tu perfecto amor, el amor que ama sin condición.  Quiero ser un portavoz y la representación viva de tu amor, pues mucha gente hoy estará cerca de mí y ellos necesitaran ese amor perfecto.  Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por el amor que has modelado para que yo pueda practicarlo como principio y estilo de vida; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.