lunes, 19 de noviembre de 2018

RECUPERACIÓN

 

1 JUAN 1:5-9 Este es el mensaje que oímos de Jesús y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en Él no hay nada de oscuridad. Por lo tanto, mentimos si afirmamos que tenemos comunión con Dios, pero seguimos viviendo en oscuridad espiritual; no estamos practicando la verdad. Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la Sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; pero si confesamos nuestros pecados a Dios, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (NTV)

 

De la recuperación de las caídas por medio de la confesión.

Ya sea que hayamos conocido a Cristo hace poco o que lo hayamos seguido durante años, el diablo busca atacar nuestra fe para hacer que volvamos a caer en la desobediencia. La Palabra nos advierte que debemos estar alerta, porque nuestro enemigo es como un león rugiente que busca hacernos daño. (1 Pedro 5:8)

 

Su intención es esclavizarnos al pecado. Cuando sucumbimos a la tentación, satanás nos presiona para que nos apartemos de nuestro Padre Celestial y creamos que no podemos volver a Dios. Algunos se sienten tan mal, que escuchan sus mentiras y vuelven a los caminos del mundo. Puesto que nuestro Padre conoce tanto las tácticas del diablo como nuestras debilidades, ha concebido una vía de escape para nosotros.

Se llama confesión. La confesión genuina significa decirle al Señor lo que hemos hecho y admitir el pecado que hemos cometido. Implica, además, expresar dolor por ello, reconociendo la imposibilidad de redimirnos a nosotros mismos, y declarar el deseo sincero de apartarnos de nuestro pecado y vivir de nuevo para Dios. El Señor promete limpiarnos para que nuestra comunión con Él sea restaurada (Vs.9). El enemigo es astuto, pero la Biblia ofrece una buena estrategia para evitar la trampa: "Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes. No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." (Romanos 12:1,2 RVA'15).

 

Recuerde que la victoria comienza en su mente. Cuanto más aplique usted este principio, mayor será su éxito.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE NECESITO RECUPERACIÓN Y QUE AL CONFESAR MI PECADO A DIOS SE MANTIENE FUERTE Y LIBRE MI COMUNIÓN CON EL SEÑOR, LO GLORIFICA Y ME LLEVA A SU LUZ, QUE IRRADIARA PAZ Y GOZO MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Mekaddesh, Dios que Santifica (Ezequiel 37:28). Señor Jesús, Luz del Mundo (Juan 8:12), Quien trae el verdadero conocimiento de Dios a nuestras vidas. Gracias quiero darte hoy por estar siempre dispuesto para perdonar el pecado a aquellos que nos acercamos a Ti a confesarlo, pues se que tu eres fiel y justo para hacerlo, de manera que nos limpias y liberas de las tinieblas para gozarnos en tu luz admirable, que a la vez traerá, como consecuencia, gozo y paz a nuestras vidas. Gracias Padre Celestial por proveer el mecanismo indefectible para nuestra recuperación, que es la confesión de pecados a Ti y el perdón que nos devuelve a tu luz. He orado en el poderoso nombre de Jesús ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.

          jmlamus@gmail.com

prjmlamus@eltallerdelmaestro.co

    www.eltallerdelmaestro.co

                  +57-313-805-8308