¡A BENDECIR!
GÉNESIS 12:1-3 El Señor le había dicho a Abram: "Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti". (N.T.V.)
© Hagámonos 4 Preguntas que nos ayudarán a entender que somos bendecidos para bendecir.
Si una tendencia egoísta le está impidiendo despreocuparse de usted, examine su actitud y decídase a hacer de las necesidades de los demás una prioridad en su vida.
Empiece haciéndose las siguientes preguntas diariamente, tanto al principio como al final de cada día:
1. ¿A quién estoy beneficiando con mi vida?
2. ¿A quién no estoy ayudando porque no puede devolverme el favor ayudándome?
3. ¿A quién estoy levantando cuando no puede hacerlo por sí solo?
4. ¿A quién estoy dando ánimo diariamente?
Si usted va a actuar cada día con los intereses de los demás en su mente, pronto va a poder dar respuestas concretas y afirmativas a estas preguntas.
No cabe duda de que, junto a una nueva oportunidad que el Señor nos conceda de comenzar de nuevo, es necesario que revisemos y evaluemos lo que ya hemos recorrido para hacer las correcciones necesarias. Alguien dijo una vez que "el ser humano parece ser la única criatura en el planeta que sigue repitiendo la misma conducta esperando resultados distintos cada vez", lo que obviamente no suele suceder.
© ¿Por qué no, más bien, aprender de los errores que hemos cometido no sólo nosotros sino quienes nos rodean?
© ¿Por qué no sacarles provecho para el futuro?
Las cuatro preguntas que planteo hoy bien pudieran servirnos de guía para ajustar nuestros planes personales hacia lo que bien pudiera ser el mejor de nuestros años sobre la Tierra. Vamos adelante y que Dios nos continúe bendiciendo y ayudando a ser mejores personas cada día, pues somos bendecidos para bendecir
CONFESIÓN DE FE:
FUI CREADO POR DIOS PARA SER CANAL DE BENDICIÓN. DIOS DERRAMA BENDICIÓN SOBRE MI VIDA PARA QUE YO TAMBIÉN BENDIGA A OTROS, Y ASÍ LO HARÉ.
ORACIÓN:
Padre Nuestro que estás en el Cielo, Elohim Chasdi, Dios de mi amabilidad (Salmo 51:18). Mi amado Dios y Señor, Tú eres Amable y trabajas para hacernos, a tus hijos, amables, y la vida y sacrificio de Jesús es el ejemplo supremo de la amabilidad tuya. Es por eso por lo que hoy quiero darte gracias, por todas las bendiciones que has derramado sobre mi vida y la de mi familia, lo cual sé que has hecho con el propósito de que yo también pueda convertirme en un verdadero canal de bendición para otros. Cumpliré con ese bello y digno propósito para el que me has llamado. Gracias mi Señor Jesús por escogerme para ser de bendición. He orado en tu Poderoso Nombre, Jesús. Amén.