miércoles, 9 de julio de 2014

LLAMAMIENTO

 

LLAMAMIENTO

 

LUCAS 9:57-62 Mientras caminaban, alguien le dijo a Jesús: Te seguiré a cualquier lugar que vayas. Jesús le respondió:

-       Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza.

Dijo a otro:

-       Ven, sígueme. El hombre aceptó, pero le dijo: Señor, deja que primero regrese a casa y entierre a mi padre. Jesús le dijo:

-       ¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos! Tu deber es ir y predicar acerca del Reino de Dios.  Otro dijo: Sí, Señor, te seguiré, pero primero deja que me despida de mi familia.

Jesús le dijo:

-       El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el Reino de Dios. (N.T.V.)

 

©      Cómo comprender el llamamiento de Dios.

Nuestro Padre Celestial tiene planes específicos para cada uno de sus hijos.

 

Con ese objetivo, Dios ha hecho un triple llamamiento a la vida de cada creyente:

1.   Somos llamados a salvación en Jesús. 

Poner la fe en Cristo como nuestro Salvador da comienzo a una relación personal con Él por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros. El Señor quiere que dejemos a un lado la carga de tratar de ganar la salvación por nosotros mismos. Por el contrario, Él nos invita a poner nuestra fe en Él, para que haga su obra de transformación en nosotros. (Mateo 11:28,29; Hechos 4:12)

2.   Somos llamados a permanecer en Jesús. 

Es decir, a escucharle cuando nos habla por medio de la Biblia; vivir en una dependencia cada vez mayor de Él; aprender a conocerlo más íntimamente; y hacer uso de su poder para tener una vida recta. Jesús nos llama a hacer que nuestra relación con Él sea lo más importante en nuestra vida y a permanecer en Él todos los días de nuestra vida. (Juan 15:5)

3.   Somos llamados a seguir a Jesús. 

Seguir a alguien requiere conocer su carácter, sus planes y cómo desea que los llevemos a cabo. La Biblia dice claramente todo lo que necesitamos saber para vivir bajo la dirección de Jesús. La evidencia de que lo estamos siguiendo se mostrará en la actitud, conducta, carácter, conversación y relaciones que tengamos. (Lucas 9:23)

 

Sin la presencia del Espíritu Santo, que recibimos en el momento de la salvación, no podemos permanecer en Jesús y seguirlo sin condición. (Juan 15:4 y 26).

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE SI NO PERMANEZCO EN ÉL, NO LO CONOCERÉ LO SUFICIENTE COMO PARA SEGUIRLO, Y SI DECIDO NO SEGUIRLO, PERDERÉ EL GOZO QUE DIOS HA DISPUESTO PARA MÍ.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Echad, el Dios Único (Malaquías 2:10). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Tu eres el único Dios verdadero, el Todopoderoso, es por eso que yo estoy seguro de que mi salvación viene de Ti, que debo permanecer en Ti entregando toda mi voluntad y mi vida a tu control y cuidado, y ser un fiel seguidor tuyo, para que la transformación verdadera de mi vida se haga evidente. Gracias mi Señor Jesús por el llamamiento que me has hecho. Amén.


Juan Manuel Lamus O.