viernes, 19 de agosto de 2022

CRECER EN GRACIA

 

SALMO 92:10-15 Tú me has hecho fuerte como un buey salvaje; me has ungido con el mejor aceite. Mis ojos vieron la caída de mis enemigos; mis oídos escucharon la derrota de mis perversos oponentes. Pero los justos florecerán como palmeras y se harán fuertes como los cedros del Líbano; trasplantados a la Casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Incluso en la vejez aún producirán fruto; seguirán verdes y llenos de vitalidad. Declararán: "¡El Señor es justo! ¡Es mi roca! ¡No existe maldad en Él!". (NTV)

 

Del manantial de la gracia, lugar donde hallamos todo lo que Dios provee, todo lo necesario para crecer en ella.

 

¡¡¡Crecer en la Gracia es incrementar nuestra estatura,

fuerza, conocimiento de Dios y el poder de la gracia, es decir,

la plenitud que el Espíritu Santo deposita en el corazón de cada creyente!!!

 

Crecer en la gracia es seguir a Dios en sumisión y en obediencia en todo tiempo, no solo cuando nos es conveniente. Cuán hermosas fueron las últimas palabras del médico, explorador y misionero británico David Livingstone, (1813-1873).  Sus familiares indicaron que el dedicado misionero murió arrodillado en posición de oración junto a su cama.  Ellos compartieron con sus amigos las últimas palabras que él había escrito:

✍🏼 "Mi Cristo, mi Rey, mi vida, mi todo; a Ti dedico mi ser". 

Para Livingston cada día representaba una nueva oportunidad para crecer y sobre todo para servir a Dios y a sus semejantes; es decir, para crecer en gracia para con Dios y con los hombres.

 

A prácticamente nadie le agrada la idea de envejecer; nuestra fortaleza física se ve mermada, nuestra salud se deteriora rápidamente y nuestra memoria empieza a empeorar cada día. No obstante, no deberíamos ver la vida como si todo fuera en declive, podemos ver el lado positivo de la vida, con los años deberíamos ser más maduros y capaces de crecer en gracia, fructificar, volvernos más sensibles, más tiernos, menos críticos con los demás, menos impacientes con los más jóvenes. El desgaste de la vida se puede compensar ampliamente con el manantial de la gracia de Dios, e incluso podemos ser espiritualmente más productivos y dependientes de Dios a medida que envejecemos.

 

Ya que, envejecer implica crecer, madurar, servir, aventurarse a amar a nuestros enemigos y sobre todo disfrutar cada día como si fuera el último.

 

CONFESIÓN DE FE:

YO SÉ QUE LA VIDA NO ES UN TIEMPO PARA ANDAR LENTAMENTE, SINO PARA CAMINAR RÁPIDAMENTE CRECIENDO DÍA A DÍA EN LA GRACIA DE DIOS, DE MANERA QUE PUEDA SERVIR A TODOS MIS SEMEJANTES Y COMPARTIRLES EL PLAN DE SALVACIÓN.

 

ORACIÓN:

Padre Amoroso, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Tú, mi amado Señor Jesucristo, eres un Dios Grande y Poderoso, y hoy sé que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente aun cuando no lo merezcamos, pues eres Dios bueno que tiene cuidado de nosotros tus hijos y siempre estas atento a proveernos con dádivas maravillosas del Cielo; tus bendiciones son permanentes y abundantes, por eso quiero darte gracias hoy de una manera especial, pues en mi vida te has manifestado día a día con poder para que yo siga creciendo en la gracia y servir con amor a mis semejantes. También por eso hoy quiero darte gracias, Padre Celestial, por tu Hijo amado Jesucristo, el mejor regalo de mi vida; y gracias, Espíritu Santo, por tu guía oportuna, dirección perfecta y enseñanza permanente para poder seguir creciendo, otro gran beneficio de la Gracia de Dios. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri