jueves, 22 de febrero de 2018

IGLESIA = CUERPO

 

1 CORINTIOS 12:18-26 Nuestro cuerpo tiene muchas partes, y Dios ha puesto cada parte justo donde Él quiere. ¡Qué extraño sería el cuerpo si tuviera solo una parte! Efectivamente, hay muchas partes, pero un solo cuerpo. El ojo nunca puede decirle a la mano: "No te necesito". La cabeza tampoco puede decirle al pie: "No te necesito". De hecho, algunas partes del cuerpo que parecieran las más débiles y menos importantes, en realidad, son las más necesarias. Y las partes que consideramos menos honorables son las que vestimos con más esmero. Así que protegemos con mucho cuidado esas partes que no deberían verse, mientras que las partes más honorables no precisan esa atención especial. Por eso Dios ha formado el cuerpo de tal manera que se les dé más honor y cuidado a esas partes que tienen menos dignidad. Esto hace que haya armonía entre los miembros a fin de que los miembros se preocupen los unos por los otros. Si una parte sufre, las demás partes sufren con ella y, si a una parte se le da honra, todas las partes se alegran. (NTV)

 

♥ De cómo servir como verdadero miembro del Cuerpo de Cristo, en la iglesia saludable.

Cuando hablo de servir a la iglesia con los talentos y los dones que Dios nos ha dado, la gente piensa a menudo en términos muy pequeños. Imaginan a la cantante del coro o al maestro de la escuela de niños o al ujier. Pero si resulta que las personas no tienen esos dones, pierden todo interés.

 

Es hora de que dejemos de pensar en términos del "domingo solamente". La iglesia saludable no es un lugar ni un tiempo; es un cuerpo de creyentes, cada uno con dones especiales dados por Dios para guiar, ayudar, desafiar y apoyar al resto. En realidad, la mayor parte del servicio al Señor no tiene lugar dentro del edificio de la iglesia, sino afuera en el mundo, donde hacemos todas las cosas que la Biblia ordena. La mayoría de los creyentes no está en condiciones de influir en muchas personas. Cuando actuamos o hablamos, solo los más cercanos a nosotros lo notan, pero se produce una reacción en cadena que afecta a toda una comunidad. La metáfora de Pablo en cuanto a las partes del cuerpo trabajando juntas en armonía es una descripción útil de cómo una pequeña acción puede tener un gran impacto. Piense en cómo la tensión en el dedo gordo del pie mantiene estable a todo el pie, y eso estabiliza a todo el cuerpo. De la misma manera, una amable amonestación, un oído atento o una acción amorosa, benefician a la iglesia al fortalecer a un hermano, y así hacerla cada día mas saludable.

 

Estamos en este mundo para servir al Reino de Dios y a su iglesia. Y lo hacemos, sirviéndonos unos a otros en cosas pequeñas. Al hablar de ese servicio, le reto a que encuentre una necesidad en su iglesia o comunidad que Dios pueda satisfacer por medio de usted.

 

CONFESIÓN DE FE:

SERVIRÉ AL SEÑOR Y A SU PUEBLO, EN MI IGLESIA LOCAL, SIN CONDICIÓN ALGUNA, DE MANERA QUE NO SEA UN SIMPLE ESPECTADOR O ACTIVISTA, SINO UN MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO SEGURO DE LOS DONES Y TALENTOS QUE ÉL ME HA PROVISTO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Oheenu, El Señor nuestro Dios (Salmo 99:5). Mi amado Señor Jesús, Cabeza del Cuerpo (Efesios 4:15), gracias por los dones y talentos con lo que has equipado a la iglesia saludable, tu Cuerpo, pues Tú haces que todo el cuerpo encaje perfectamente y que cada parte, al cumplir con su función específica, ayude a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor. Gracias mi Señor y salvador Jesucristo, por modelarnos de manera perfecta el estilo de servicio incondicional y lleno de amor, trabajando siempre en pro de la unidad, ayúdanos a que ejerzamos ese deber con responsabilidad y diligencia en la iglesia local en la cual nos has puesto. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.