martes, 29 de marzo de 2016

SER SALVO

 

SALMO 25:12-14 Por el honor de tu Nombre, oh Señor, perdona mis pecados, que son muchos. ¿Quiénes son los que temen al Señor? Él les mostrará el sendero que deben elegir. Vivirán en prosperidad, y sus hijos heredarán la tierra. El Señor es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto. (N.T.V.)

 

©  ¿Qué significa "Ser Salvo"? ¿Qué hace a una persona aceptable a Dios?

El camino a la redención comienza, no con la decisión de vivir una vida mejor o dejar de hacer algo malo, sino con la conciencia de que no podemos reformar nuestra naturaleza pecaminosa.

 

Para encontrar el favor del Señor, debemos comprender que es imposible volvernos justos, es decir ser salvos, por nosotros mismos; tenemos que depender del sacrificio que Jesús hizo por nosotros. Cuando confiamos en Cristo como nuestro Salvador, Dios Padre aplica el beneficio del sacrificio expiatorio de Jesús a nuestra deuda de pecado, haciéndonos así "salvos" o aceptables a sus ojos.

 

Sus buenas obras no tienen absolutamente valor para Dios. Comparadas con las acciones de otros, su generosidad y sus buenas obras pudieran parecer suficientes para lograr el favor del Señor, pero la Biblia dice:

©  No por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:9)

Cuando usted esté delante de Dios, la única manera como puede ser perdonado de sus pecados, es por medio de Jesucristo y su muerte expiatoria en el Calvario. Jesús vino a dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45). La crucifixión pública de Jesús fue una demostración del odio de Dios por el pecado, y de su inmenso amor por la humanidad, por los pecadores. El que estaba libre de culpa llevó el castigo por todos, a fin de que la gente impía y corrupta pudiera ser hecha justa, ser salva. No importa lo que usted haya hecho, puede ser limpiado del pecado. Reconozca sus transgresiones y apártese de ellas; entonces el Señor le perdonará y confirmará su nombre en el libro de vida del Cordero (1 Juan 1:9; Apocalipsis 21:27).

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE SI PONGO MI FE EN ÉL SEÑOR JESÚS, COMO MI ÚNICO SALVADOR, PUEDO ESTAR SEGURO DE MI SALVACIÓN, DE PASAR LA ETERNIDAD EN SU PRESENCIA, SER ACEPTABLE PARA ÉL.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, Elohim Yishi, Dios de mi Salvación (salmo 25:5). Mi Dios y mi Salvador, es claro que la salvación está en Ti mi Señor Jesús, no en un sistema de creencias o de buenas obras; que la naturaleza y voluntad de Dios es salvar lo que se había perdido; que la salvación debe ser personal; pero lo mejor de todo es que Tu, El Todopoderoso, eres el Dios de mi salvación. Es por eso que hoy oro como el salmista y te pido mi Señor, muéstrame tus caminos, enséñame tus sendas, instrúyeme en tu verdad; enséñame, porque Tú eres el Dios que me salva, en Ti pongo mi esperanza cada día y por la eternidad. He orado en el Poderoso Nombre del Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

      Juan Manuel Lamus O.