domingo, 26 de mayo de 2019

JUZGANDO A MI PAREJA

 

¡¡¡Desista de cuestionar los errores de su pareja y cambie usted!!!

 

MATEO 7:3-5

¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo, cuando tú tienes un tronco en el tuyo? ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo: "Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo",

cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo?

¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo;

después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo.

(NTV)

 

¿Se ha encontrado alguna vez cuestionando a su cónyuge por errores que, con el tiempo, descubre que usted mismo tiene?

 

"Mi marido siempre se queja de que soy incumplida, que llego tarde; pero él mismo me ha dejado muchas veces esperándolo para cenar", se quejaba una joven que pidió consejería.

 

En su criterio, lo más doloroso era la sucesión de críticas que recibía de su cónyuge:

"Generalmente no me dice palabras alentadoras", decía.

 

El mayor error en el que incurrimos es criticar de manera inmisericorde a la persona que Dios nos concedió como pareja, olvidando que nosotros mismos fallamos y no una sino muchas veces.

 

El pastor, escritor y conferencista cristiano, especializado en temas de matrimonio, Gary Chapman, escribe en su libro "Los 5 Lenguajes del Amor":

Como consejero matrimonial he llegado a la conclusión de que cada miembro de la pareja desea que su cónyuge cambie. El resultado:

 

¡¡¡Ambos se sienten condenados y con resentimiento en el corazón!!!

 

Pareciera que con más frecuencia de lo que imaginamos estamos ocupados en señalar a nuestro cónyuge e hijos, que en identificar los errores propios.

 

Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, compartió una enseñanza que aplica a nuestras relaciones interpersonales y en el ámbito familiar, que la podemos encontrar en el pasaje que estudiamos hoy (Mateo 7:3-5).

 

EL PROCESO PARA SEGUIR:

 

1.   Lo que debemos es hacer un alto en el camino, identificar cuáles son nuestros errores y determinar en qué podemos cambiar.

2.   Es un proceso que comienza cuando reconocemos que no somos perfectos.

3.   Se afianza cuando le confesamos nuestras fallas a la pareja y cuando le anunciamos la disposición de cambio.

4.   Y reafirmamos ese compromiso con hechos concretos, que demuestren el amor que le tenemos como cónyuge, y también a nuestros hijos.

 

CONCLUYAMOS:

Nunca es tarde para que cambiemos y menos para evitar que nuestro hogar camine al despeñadero.

La decisión de cambio es el primer paso y se afianza cuando nuestras acciones evidencian esa voluntad de ser diferentes, en la forma de pensar y de actuar.

 

¡¡¡Hoy es el día para comenzar!!!

 

Si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga, le aseguro que no se arrepentirá, porque prendidos de la mano del Señor Jesús emprendemos el proceso de cambio que siempre hemos anhelado.

 

REFLEXIONEN:

¿Se ha encontrado alguna vez cuestionando a su cónyuge por errores que, con el tiempo, descubre que usted mismo tiene?

¿Se ha tomado el tiempo suficiente para evaluar cuáles de sus acciones generan heridas emocionales a su familia?

¿Le embarga todavía el orgullo que lo lleva a creer que es infalible?

¿Qué aprendió de la enseñanza del Señor Jesús respecto a no andar señalando a otras personas, comenzando por los miembros de su familia (Mateo 7:3-5)?

 

Una meta hoy es pedirle a Dios la sabiduría necesaria para disponernos a cambiar y mantenernos en esa misma dirección.

 

MATEO 7:1,2

No juzguen a los demás, y no serán juzgados.

Pues serán tratados de la misma forma en que traten a los demás.

El criterio que usen para juzgar a otros es el criterio con el que se les juzgará a ustedes.

(NTV)

 

¡¡¡Así es como funciona!!!

Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado

¡¡¡CUÍDALO!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.