domingo, 18 de octubre de 2020

NO ASUMAS EN EL MATRIMONIO

 

¡¡¡No asumas, asegúrate, con la actitud correcta!!!

 

Asumir en el matrimonio puede ser una práctica que genera muchos problemas.

 

¡¡¡No Supongas, Verifica!!!

 

Asumir es una práctica lamentablemente muy común entre los matrimonios.

Muchas veces asumimos que nuestro cónyuge está molesto con nosotros por alguna señal que interpretamos de manera incorrecta.

Esa mala interpretación puede producir un malestar en nosotros mismos, que a su vez transmitimos al cónyuge.

Entonces rápidamente podemos pasar de estar bien, a estar enojados y sin saber realmente por qué.

 

Esto pasa esencialmente por falta de una buena comunicación.

Por ejemplo, muchas veces puede haber pasado que le preparé un delicioso desayuno con arepas y huevo, pero ese día mi esposa no quería tomar ese desayuno. Yo asumí que a ella le gustaría, porque unos días antes me había comentado que le había gustado mucho, y en realidad si le gusta, pero ese día específico no quería tomar esa clase de desayuno.

Esto, puede producir un malestar en el cónyuge que está sirviendo, y considerar al otro como grosero o mal agradecido, pero no es así.

Simplemente la otra persona ese día no se siente bien para tomar ese desayuno. Es algo que le puede pasar a cualquiera.

 

En el diario vivir en pareja, se presentan muchas oportunidades para asumir algo equivocado y generar un desacuerdo o un malentendido.

Lo peligroso es que, si ese matrimonio está un poco débil en su relación, entonces se puede provocar un problema aún mayor y podrían terminar en una discusión agresiva que va a deteriorar aún más la relación.

 

¡¡¡En Esto Pensad!!!

 

FILIPENSES 4:8

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto,

todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;

si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

(RV60)

 

La enseñanza de este versículo bíblico, es precisamente que asumamos para bien y no para mal.

 

En cada circunstancia con tu cónyuge:

No asumas que te está mintiendo,

No asumas que te quiere hacer daño,

No asumas que se está aprovechando de ti,

No asumas que no te ama,

No asumas que no quiere estar contigo.

 

Piensa más bien:

En todas las cosas buenas de tu cónyuge;

En sus buenas acciones,

En sus demostraciones de cariño y amor, aunque hayan sido pocas.

 

¡¡¡Piensa en los dones y talentos de tu cónyuge, en vez de en sus defectos!!!

 

Y si tienes dudas, no asumas lo malo.

Busca un momento oportuno cuando los dos estén calmados y solos, y ábrele tu corazón.

Exprésale lo que sientes, sin reclamar ni asumir, ni juzgar a tu cónyuge.

Simplemente déjale saber cómo te sientes con respecto a alguna situación que ha pasado.

Esta conversación debe tener el propósito de fortalecer la relación, no de dañarla.

Esta actitud debe convertirse en estilo de vida en el matrimonio.

 

COLOSENSES 3:12

Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por Él,

ustedes tienen que vestirse de tierna compasión,

bondad, humildad, gentileza y paciencia.

(NTV)

 

Es necesario, también en el matrimonio, vestirse de humildad, de mansedumbre, de paciencia, para no presionar ni exasperar a tu cónyuge, sino que él o ella, pueda percibir una actitud en ti, esto le va a permitir abrir también su corazón, reconocer los errores y pedir perdón para restaurar la relación.

Cualquiera de nosotros que es confrontado con una actitud de bondad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia, seguramente vamos a reaccionar positivamente; y esa es precisamente la idea.

Que podamos sentir la confianza de decir la verdad de lo que sentimos, sin correr el riesgo de ser juzgados, acusados y heridos.

 

CONCLUSIÓN:

Si has sido muy crítico con tu cónyuge, si has asumido cosas negativas, o si has pensado negativamente de él o ella, reconócelo delante de Dios primero, y luego reconócelo delante de tu cónyuge y pídele perdón específicamente por esa actitud.

Pon en práctica el precepto de Colosenses 3:12, sé humilde y habla con tu cónyuge de este tema, con esa actitud de bondad, mansedumbre y paciencia.

 

¡¡¡Así es como funciona!!!

Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado

¡¡¡CUÍDALOS!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri