viernes, 21 de octubre de 2022

PERFECCIONÁNDONOS

 

FILIPENSES 1:3-6 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora. Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. (TLA)

 

De cómo el Señor está trabajando en nosotros, es decir perfeccionándonos, para que lleguemos a ser maduros espiritualmente, logrando su estatura y su plenitud, y así cada día nos parezcamos más a Él.

 

Historia de la vida real:

Cuando yo era una niñita, mis padres compraron su primera casa. Una tarde, toda la familia, nos metimos de repente en el automóvil y nos fuimos a donde estaríamos viviendo pronto. No lo podía creer, la casa no tenía ventanas ni puertas y tenía un olor extraño. Se podía ver el sótano claramente a través de grandes brechas en el suelo y tuvimos que encaramarnos a una escalera para bajar allí.

 

Esa noche, cuando le pregunté a mi madre por qué ella y papá querían vivir en una casa como ésa, ella me explicó que aquel constructor todavía no la había terminado.

-       Sólo espera y verás, dijo. Creo que te va a gustar cuando quede lista.

Pronto comenzamos a ver cambios. A la casa le pusieron ventanas, luego puertas. El olor raro de la madera nueva se fue. Pintaron las paredes. Mamá puso cortinas en las ventanas y cuadros en las paredes. La casa incompleta se había transformado. Había llevado algo de tiempo, pero finalmente había quedado terminada. (Anónima)

 

Como cristianos, nosotros también necesitamos un "acabado", en el cual el Señor trabajará sin cesar y con propósito claro y firme.

 

¡¡¡Aunque los cimientos se echan en el momento de nuestra conversión,

el proceso de crecimiento continúa a lo largo de toda nuestra vida,

y al seguir obedientes a Jesús, un día quedaremos bien terminados,

o es mejor decir listos, perfeccionados!!!

 

Tenga paciencia, Dios todavía no ha terminado con nosotros, pero según el pasaje que estudiamos hoy, el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará, se lo puedo asegurar, aunque ya somos completos en Él, necesitamos ser perfeccionados, y Él lo hará.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY TOTALMENTE SEGURO DE QUE JESUCRISTO, QUIEN COMENZÓ LA BUENA OBRA EN MÍ, ES FIEL Y JUSTO PARA TERMINARLA Y DEJARLA PERFECCIONADA HASTA EL DÍA DE SU VENIDA, ASÍ QUE ME DISPONDRÉ PARA SEGUIR CRECIENDO.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor Nuestro, Jehová Osaynu, El Señor nuestro Hacedor (Salmo 95:6). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Tú eres nuestro Creador y el autor y consumador de mi fe y de la obra redentora que me ha llevado a vivir una vida diferente, plena y abundante, una vida llena de dignidad y de bendiciones. Tú has llevado a cabo un plan perfecto de manera que pueda yo buscar de tu presencia para que esa obra que Tú comenzaste en mí sea terminada y perfeccionada de acuerdo con tu buena, perfecta y agradable voluntad, que se encuentra inmersa en tu Santa y Poderosa Palabra. Por eso quiero agradecerte hoy y eternamente por haber puesto tus ojos sobre mí, y tu mano que esculpe y moldea sobre mi vida. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri