domingo, 12 de marzo de 2017

NUESTRAS CONVICCIONES EN TORNO A LA ORACIÓN

 

MATEO 7:7,8

Pidan, y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen, y se les abrirá.

Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá. (R.V.A.'15)


©  ¿CUÁLES SON SUS CONVICCIONES EN TORNO A LA ORACIÓN?

 

Ø  ¿Está usted convencido de que Dios contestará sus oraciones, o siente duda al respecto?

Ø  Ya tenemos claro que, tener convicción en torno a algo es estar tan plenamente convencido de que ese algo es cierto, que lo defendemos sin importar las consecuencias.


©  La Biblia es el cimiento para nuestras convicciones, y de igual manera lo es para aquellas en torno a la oración.

Ø  Si creemos y ponemos en práctica sus enseñanzas, podemos estar convencidos de que el Señor escuchará y responderá nuestras oraciones.


1. PROMESAS BÍBLICAS


©  En la Biblia encontramos grandes promesas relacionadas con la oración en las que podemos confiar:

 

Ø  MATEO 7:7,8

Pidan, y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá. (R.V.A.'15)

 

Ø  MATEO 21:22

Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán. (R.V.A.'15)

 

Ø  1 JUAN 5:14,15

Y esta es la confianza que tenemos delante de Él: que, si pedimos algo conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (R.V.A.'15)


2. EL REQUISITO INDISPENSABLE PARA QUE NUESTRAS ORACIONES SEAN CONTESTADAS


©  Cada oración contestada es consecuencia de haber puesto nuestra fe en Jesucristo para el perdón de nuestros pecados.

Ø  Como Dios es Santo, nuestros pecados nos separan de Él.

Ø  Pero si nos arrepentimos y creemos que Cristo murió en la cruz para pagar la deuda que teníamos por nuestros pecados, llegamos a tener una relación personal con Dios.

Ø  Y es de esa manera que podemos conversar con Él, con la certeza de que escucha nuestras oraciones.


©  Es importante que sepamos que solo por medio de Jesucristo podemos acercarnos a Dios. (1 Timoteo 2:5,6)

Ø  Aquellos que oran sin tener esa relación personal, solo hablan a un ser imaginario, pero no al único Dios verdadero.

Ø  Fue Jesús quien abrió la puerta, para que pudiéramos tener una relación personal con nuestro Creador y que pudiésemos hablar con Él en oración.

Ø  Las promesas relacionadas con las oraciones contestadas solo se aplican a los que han sido reconciliados y perdonados por el Señor.


3. CONVICCIONES BÁSICAS EN TORNO A LAS ORACIONES CONTESTADAS


©  Una vez que tenemos una relación personal con Dios, por medio de Cristo, podemos confiar en que nuestras oraciones serán contestadas si:

 

i. Nuestra petición es conforme a la voluntad, deseo y plan de Dios para nuestra vida. (1 Juan 5:14,15)

Ø  Eso significa que debemos pedir solo aquello que esté de acuerdo con la naturaleza, el propósito y los planes que Dios ha trazado para la vida de sus hijos.

Ø  No nos dará nada que esté motivado por el egoísmo, que exalte nuestro orgullo, que contradiga las enseñanzas bíblicas o que nos guíe al pecado.

 

ii. Pedimos con fe, creyendo y esperando que Dios conteste nuestra oración. (Santiago 1:5-7)

Ø  Las promesas que Dios nos da en su Palabra son el fundamento que nos ayuda a creer en que desea responder nuestras peticiones.

Ø  Sin embargo, si dependemos de nuestros sentimientos muy pronto las dudas conquistarán nuestra fe.

 

iii. Oramos en el nombre de Jesús (Juan 14:13).

Ø  En ocasiones, las palabras "en el nombre de Jesús" son añadidas al final de nuestras oraciones, como si fueran palabras mágicas que nos garantizan que recibiremos lo que hemos pedido.

Ø  Esa frase significa que oramos de acuerdo con la naturaleza, enseñanzas y voluntad de Cristo.

Ø  En vez de tratar de persuadir a Dios para que nos conceda lo que queremos, cuando oramos en el nombre de Jesús buscamos su voluntad y aquello que le glorificará.

 

iv. Oramos con un corazón puro. (Isaías 59:1,2)

Ø  Si toleramos o ignoramos el pecado y la desobediencia en nuestra vida, no podemos esperar que Dios escuche y responda nuestras oraciones.

Ø  Por eso es tan importante confesar y arrepentirse de los pecados tan pronto como sea posible.

Ø  Tener un corazón puro implica vivir comprometidos a ser obedientes a Cristo y a llevar una vida de santidad.

Ø  Sin embargo, cuando hablamos de santidad, no nos referimos a ser perfectos, sino sensibles a la voz de Dios y estar dispuestos a lidiar con nuestro pecado de manera inmediata.


4. ERRORES QUE COMETEMOS EN LA ORACIÓN


©  Una de las razones por las que nuestras peticiones no son contestadas es porque cometemos errores al orar.

 

i. Queremos ayudar a Dios a contestar nuestras peticiones.

Ø  Después de poner nuestras peticiones ante el Señor, no las dejamos en sus manos, ni confiamos en que las contestará en el momento oportuno.

Ø  Si la respuesta no llega tan pronto como la deseamos, nuestra fe comienza a debilitarse y tratamos de solucionar el asunto nosotros mismos.

Ø  Es mejor sentirnos débiles, pues eso nos recuerda que solamente Dios tiene el poder para intervenir y la sabiduría para saber lo que es mejor para nosotros.

Ø  La mejor evidencia de nuestra fe es estar dispuestos a dejarlo todo en las manos de Dios, hasta que responda nuestra petición.

Ø  Pero si tratamos de ayudarle, únicamente empeoraremos el problema.

 

ii. Ponemos nuestra atención en la necesidad que tenemos y no en Dios. (Filipenses 4:19)

Ø  En ocasiones, cuando enfrentamos alguna prueba difícil, quitamos nuestra mirada del Señor.

Ø  Nuestros pensamientos están puestos en la necesidad y no en Aquel que puede satisfacerla.

Ø  Pero debemos recordar que hablamos con el Dios todopoderoso.

Ø  Es por eso que debemos pensar en su naturaleza, poder y promesas, mientras expresamos nuestra confianza, gratitud y alabanza a Él.

 

iii. Oramos sin leer la Palabra de Dios. (Juan 15:7)

Ø  Si llenamos nuestro corazón y nuestra mente con las Sagradas Escrituras, nuestros pensamientos y oraciones estarán de acuerdo a la voluntad de Dios y nuestra fe se fortalecerá.

Ø  Pero si somos negligentes con la Palabra de Dios, no tendremos luz para guiar nuestro camino o para darnos entendimiento y confianza. (Salmo 119:105)

Ø  Tanto la oración como la Biblia deben tener la misma prioridad en nuestra vida.

Ø  Es al leer su Palabra que somos guiados hacia la manera correcta en la que debemos orar.

Ø  Y mientras oramos, nuestro entendimiento bíblico aumenta.

 

CONCLUSIÓN:

©  ¿Cuán seguro está de que Dios responderá sus oraciones?

 

Examine las cuatro convicciones básicas en torno a las oraciones contestadas.

©  ¿En cuál de ellas debe poner su atención para orar más efectivamente cada día?

 

También revise los tres errores que cometemos al orar. Si ha caído en uno de ellos…

©  ¿Qué cambios debe hacer para no orar de esa manera?

 

JUAN 14:1, 13-14,27

No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. Pueden pedir cualquier cosa en mi Nombre, y Yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.

Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi Nombre, ¡y Yo la haré!

Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón.

Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar.

Así que no se angustien ni tengan miedo.

(N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.