jueves, 28 de octubre de 2021

¡PASTOR HABLA!

 

ECLESIASTÉS 12:9-11 Ten en cuenta lo siguiente: el Maestro fue considerado sabio y le enseñó a la gente todo lo que sabía. Escuchó con atención muchos proverbios, los estudió y los clasificó. El Maestro se esmeró por encontrar las palabras correctas para expresar las verdades con claridad. Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias. El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas. (NTV)

 

Cuando el pastor y maestro habla, de lo que ha recibido de Dios habla, así es que de parte de Él habla. ¡Estemos atentos para escuchar bien y mansos para recibir todo!

 

Después de mucho tiempo una señora volvió a ir a la iglesia con su hijita. Por causas diversas, o excusas si se quiere, no había vuelto a asistir a los cultos dominicales. El pastor habló en esa ocasión acerca de la negligencia de muchos en cuanto al cumplimiento de sus deberes cristianos: No leen la Biblia, descuidan la asistencia a los cultos, no se discipulan, no llevan el mensaje del evangelio, etc. La niñita escuchaba atentamente el sermón y cuando oyó que el pastor hablaba del descuido de muchos padres, se volvió a su madre y, confiada, le dijo:

-       "¡Mamita! ¿Te habla a ti el pastor?"

Estas palabras fueron un flechazo para el corazón de la madre que permaneció callada.

(Historia anónima de la vida real)

 

Esa ingenua pregunta de su propia hijita fue para ella un sermón vivo y eficaz.

Sería conveniente que también nosotros tuviésemos a alguien que nos formulara esta pregunta mientras escuchamos el sermón de nuestro pastor. Sin embargo, tantas veces escuchamos el sermón de un pastor con el fin de criticar, o para oír al orador tras el sermón, o para oír por oír, porque estamos con el reloj en la mano calculando el tiempo que tarda o desconcentrados pensando en cualquier otra cosa. Entonces sí, es conveniente que nos preguntemos, a veces, durante la reunión:

¿Me habla a mí el pastor? O para ser más exactos preguntémonos así:

¿No me está hablando Dios a mí por medio del pastor?

 

¡¡¡Dios siempre habla, continuamente habla y habla de muchas maneras!!!

Habla directo al corazón a través del hombre interior, a través de la Biblia,

a través de las autoridades espirituales, incluyendo el pastor en sus sermones, hasta por los amigos creyentes, y a través de las circunstancias de la vida

 

¿Ya lo estás oyendo?

¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la Iglesia? ¿Qué te dijo Dios allí?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTARÉ SIEMPRE ATENTO A LA VOZ DE DIOS, SABIENDO QUE ME HARÉ CADA DÍA MAS SENSIBLE A ELLA CUANDO DEJO DE SER UN SIMPLE OIDOR, Y ESTARÉ TAMBIÉN LISTO PARA RECIBIR LO QUE TENGA QUE HABLARME POR MEDIO DE MI PASTOR; ENTONCES DIGO: ¡PASTOR HABLA!

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaMakom, Dios Omnipresente (Jeremías 23:23,24). Mi amado Dios y Señor Jesús, Roi, El Buen Pastor, el Verbo, la Palabra hecha carne eres Tú (Juan 1:1). Soberano Dios, por medio de tu Palabra nos hablas permanentemente y en ella has dicho que la fe viene por el oír y oír la Palabra de Dios, también dices: "Escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mi enseñanza. Pues es bueno guardar estos dichos en tu corazón y tenerlos siempre a flor de labios. Yo te enseño hoy, sí, a ti, para que confíes en el Señor" (Proverbios 22:17-19). Por tanto, mi amado Señor, quiero hoy darte muchas gracias por hablar a mis oídos y enseñarme también a escuchar a aquellos que Tú has enviado para instruirme y guiarme, como a mi pastor. Gracias Espíritu Santo por tu guía, dirección y consuelo permanentes; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri

¡PASTOR HABLA!

 

ECLESIASTÉS 12:9-11 Ten en cuenta lo siguiente: el Maestro fue considerado sabio y le enseñó a la gente todo lo que sabía. Escuchó con atención muchos proverbios, los estudió y los clasificó. El Maestro se esmeró por encontrar las palabras correctas para expresar las verdades con claridad. Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias. El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas. (NTV)

 

Cuando el pastor y maestro habla, de lo que ha recibido de Dios habla, así es que de parte de Él habla. ¡Estemos atentos para escuchar bien y mansos para recibir todo!

 

Después de mucho tiempo una señora volvió a ir a la iglesia con su hijita. Por causas diversas, o excusas si se quiere, no había vuelto a asistir a los cultos dominicales. El pastor habló en esa ocasión acerca de la negligencia de muchos en cuanto al cumplimiento de sus deberes cristianos: No leen la Biblia, descuidan la asistencia a los cultos, no se discipulan, no llevan el mensaje del evangelio, etc. La niñita escuchaba atentamente el sermón y cuando oyó que el pastor hablaba del descuido de muchos padres, se volvió a su madre y, confiada, le dijo:

-       "¡Mamita! ¿Te habla a ti el pastor?"

Estas palabras fueron un flechazo para el corazón de la madre que permaneció callada.

(Historia anónima de la vida real)

 

Esa ingenua pregunta de su propia hijita fue para ella un sermón vivo y eficaz.

Sería conveniente que también nosotros tuviésemos a alguien que nos formulara esta pregunta mientras escuchamos el sermón de nuestro pastor. Sin embargo, tantas veces escuchamos el sermón de un pastor con el fin de criticar, o para oír al orador tras el sermón, o para oír por oír, porque estamos con el reloj en la mano calculando el tiempo que tarda o desconcentrados pensando en cualquier otra cosa. Entonces sí, es conveniente que nos preguntemos, a veces, durante la reunión:

¿Me habla a mí el pastor? O para ser más exactos preguntémonos así:

¿No me está hablando Dios a mí por medio del pastor?

 

¡¡¡Dios siempre habla, continuamente habla y habla de muchas maneras!!!

Habla directo al corazón a través del hombre interior, a través de la Biblia,

a través de las autoridades espirituales, incluyendo el pastor en sus sermones, hasta por los amigos creyentes, y a través de las circunstancias de la vida

 

¿Ya lo estás oyendo?

¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la Iglesia? ¿Qué te dijo Dios allí?

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTARÉ SIEMPRE ATENTO A LA VOZ DE DIOS, SABIENDO QUE ME HARÉ CADA DÍA MAS SENSIBLE A ELLA CUANDO DEJO DE SER UN SIMPLE OIDOR, Y ESTARÉ TAMBIÉN LISTO PARA RECIBIR LO QUE TENGA QUE HABLARME POR MEDIO DE MI PASTOR; ENTONCES DIGO: ¡PASTOR HABLA!

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El HaMakom, Dios Omnipresente (Jeremías 23:23,24). Mi amado Dios y Señor Jesús, Roi, El Buen Pastor, el Verbo, la Palabra hecha carne eres Tú (Juan 1:1). Soberano Dios, por medio de tu Palabra nos hablas permanentemente y en ella has dicho que la fe viene por el oír y oír la Palabra de Dios, también dices: "Escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mi enseñanza. Pues es bueno guardar estos dichos en tu corazón y tenerlos siempre a flor de labios. Yo te enseño hoy, sí, a ti, para que confíes en el Señor" (Proverbios 22:17-19). Por tanto, mi amado Señor, quiero hoy darte muchas gracias por hablar a mis oídos y enseñarme también a escuchar a aquellos que Tú has enviado para instruirme y guiarme, como a mi pastor. Gracias Espíritu Santo por tu guía, dirección y consuelo permanentes; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!

Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri