miércoles, 19 de enero de 2022

INSIGNIFICANTES

 

HECHOS 4:13 Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús. (NTV)

 

De cómo pasar de lo común y corriente, de ser insignificantes, a la grandeza de Dios.

Cualquiera que estudie los caminos de Dios se da cuenta de que son muy diferentes a los del hombre. La sabiduría del mundo dice que para hacer grandes cosas se necesitan personas excepcionales y muchos recursos, pero el Señor escoge a menudo lo pequeño e insignificante para lograr sus propósitos en la tierra.

 

Por ejemplo:

Cristo escogió como sus discípulos a un grupo de hombres comunes, pero que "transformaron al mundo" después de ser llenos del Espíritu Santo.

Durante su ministerio en la tierra, Jesús alimentó a miles de personas con el almuerzo de un niño, y vio las dos pequeñas monedas de una viuda como una ofrenda superior a todas las demás (Juan 6:5-12; Lucas 21:2,3).

 

Dios es experto en el uso de personas que no parecen estar capacitadas para servirle:

Moisés era un pastor de 80 años y tartamudo que liberó a una nación.

Después de que Gedeón se escondía de sus enemigos, Dios lo convirtió en un valiente guerrero.

David era el hijo más joven e ignorado que mató a un gigante con una pequeña piedra, y que llegó a ser el rey más grande de Israel.

 

El ser común y corriente no le hace a usted inútil, por el contrario,

le pone en una posición para ser una demostración del Poder Divino

¡¡¡Dios toma a las personas insignificantes y se deleita en hacerlas grandes!!!

 

¿Ha pensado usted alguna vez que su falta de capacidad, talento o habilidades son el escenario ideal para que Dios exhiba de manera admirable el Poder y la Gloria de Cristo?

 

CONFESIÓN DE FE:

DIOS NO ESTÁ BUSCANDO GENTE EXTRAORDINARIA; ÉL QUIERE VOLUNTARIOS QUE DOBLEN SU CERVIZ Y CONFÍEN EN ÉL; ESTOY SEGURO DE QUE, SI TENGO LA DISPOSICIÓN DE SOMETERME A SU DIRECCIÓN, ÉL HARÁ GRANDES COSAS EN Y POR MEDIO MÍO, ENTONCES ASÍ LO HARÉ.

 

ORACIÓN:

Dios mío, Padre Celestial, Elohay Kavod, el Dios de Gloria (Hechos 7:2). Mi amado Rey y Señor Jesucristo, sé que el fin de la Creación es la Gloria de Dios, el que Tú seas glorificado en todo lo que hacemos y en todo lo que existe. Gloria es el esplendor de tu belleza y perfección, todo puede y debe estar lleno de esa plenitud. Los seres inanimados con su existencia, los seres libres con su libertad moral, por eso estoy agradecido, Dios mío, pues Tú, a pesar de lo insignificante que yo pueda parecer o ser, me haces valioso ante tu presencia y para glorificar tu Nombre me has creado, y clamo para que sea con la utilidad que tu determines para mi propia vida, pero al servicio incondicional en tu Reino. Gracias Padre Santo y Poderoso por hacerme una herramienta útil en tus manos y pasarme de insignificante a tu incalculable grandeza para la Gloria de Cristo. He orado en el Poderoso Nombre de mi Rey y Señor Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri