viernes, 5 de mayo de 2017

EXPERIMENTAR PAZ

 

JUAN 14:27-29 Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. Recuerden lo que les dije: me voy, pero volveré a ustedes. Si de veras me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, quien es más importante que Yo. Les he dicho estas cosas antes de que sucedan para que, cuando sucedan, ustedes crean.(N.T.V.)


©  Veamos algunas convicciones que debemos tener, como creyentes, para experimentar verdaderamente la paz de Cristo. "Mi paz os doy"; Jesús dijo estas asombrosas palabras unas horas antes de su crucifixión. Es que su paz no depende de circunstancias externas.

 

Aunque Él da su paz a todos los creyentes como un regalo, nuestro disfrute de ella tiene que ver con nuestra convicción en cuanto a las siguientes verdades.

Entonces debemos estar convencidos de que:

1. Dios es Soberano. Cuando entrego mi voluntad a Él, toma el control de mi vida, sin esta garantía el mundo sería un lugar aterrador. (Hechos 4:24)

2. Él me ama y me ayudará en todas las circunstancias. No importa cuán difíciles o dolorosas sean. (Hebreos 13:6)

3. Para disfrutar de la paz de Cristo, debo rendir mi vida a Él. Si me aferro a mis métodos y planes, mi vida se volverá un caos. (Jeremías 29:11)

4. Mis limitaciones. Tengo una perspectiva y una comprensión limitadas de mis circunstancias, y de los propósitos de Dios al permitirlas. (Romanos 8:29,30)

5. El Señor promete que todas las cosas servirán para mi bien. Él está trabajando constantemente para transformar mi carácter a la imagen de Cristo. (Romanos 8:28)

6. Tengo que vivir en sintonía con Dios. Andando en el Espíritu, confesando y arrepintiéndome de inmediato de cualquier pecado. (1 Juan 1:9)

7. La Palabra de Dios es mi base para tener paz. Ella aumenta mi confianza en la bondad del Señor, me asegura que Él cumple sus promesas y me recuerda su soberanía en cada situación. (Números 23:19)

 

Lamentablemente, muchos cristianos viven toda su vida sin experimentar paz, tal vez porque la fe y el sometimiento a Dios le resultan difíciles. Pero solo cuando rendimos el control de nuestra voluntad y el cuidado de nuestra vida a Cristo, y confiamos en sus planes para nosotros, hallamos dirección y tranquilo descanso para nuestras almas.

 

CONFESIÓN DE FE:

RENDIRÉ MI VOLUNTAD AL CONTROL DE CRISTO, Y MI VIDA A SU CUIDADO, CON LA TOTAL CONVICCIÓN QUE SUS VERDADES IMPLANTADAS EN MI CORAZÓN, ME DARÁN LA OPORTUNIDAD DE EXPERIMENTAR LA PAZ QUE EL PROMETE PARA QUIEN CREE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Shalom, Dios de Paz (Jueces 6:24). Príncipe de Paz, mi Señor y Salvador Jesucristo, hoy vengo a darte gracias por tu Palabra que me promete y da la paz tan anhelada por cualquier ser humano, y porque sé que, al creer en tus verdades consignadas en ella sin condición, pero con total convicción, esa paz que sobrepasa todo entendimiento estará asegurada para mi vida. Gracias Espíritu Santo por tu consuelo y ayuda permanentes, gracias Dios mío por las convicciones que son el ancla para la vida digna y bendecida que me has prometido. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.