domingo, 1 de noviembre de 2020

EL VALOR DE CADA CÓNYUGE EN EL MATRIMONIO

 

¡¡¡Mi Cónyuge No Me Valora!!!

 

Valorar es reconocer, estimar y apreciar el valor o mérito de alguien o algo.

Valorar es también aumentar el valor de alguien o algo.

 

Es impresionantemente frecuente escuchar esta queja de muchas parejas en las consejerías matrimoniales: "Mi esposo(a) no me valora"; especialmente de las mujeres.

 

Sin embargo, la gran mayoría de parejas no expresan este sentimiento.

Se guardan su frustración por no sentirse valoradas y simplemente se van alejando emocionalmente de su cónyuge.

También es cierto que vemos y resentimos con mucha más intensidad lo que mi cónyuge no me valora, que lo que yo le valoro a él o ella.

En otras palabras es más fácil resentir lo que mi cónyuge no me valora que lo que yo no valoro de él o ella.

 

¡¡¡Valora lo que Dios te ha dado, lo que no reconoces como valioso, lo vas a perder!!!

 

Hay un principio fundamental de vida que dice que lo que tú no valoras, eventualmente lo vas a perder.

 

Hemos atendido muchísimos casos de parejas que no se valoraron, o no entendieron su valor hasta que se perdieron.

Es lamentable que muchas veces valoramos lo que teníamos hasta que lo perdemos y entonces viene el lamento y la tristeza, pero desafortunadamente muchas veces ya demasiado tarde.

 

Entonces:

1.     Valora a tu Esposo. (Efesios 5:22-24; 1 Pedro 3:1-5)

Es la persona que Dios te dio para compartir la vida.

Es el padre de tus hijos.

No es perfecto, pero es tu esposo.

Valora todo lo bueno que hay en él y ayúdale a mejorar en lo que no es bueno.

Dios te instruye a que lo ames y lo respetes.

Agrega valor a tu esposo, en vez de criticarlo o juzgarlo.

Apóyalo, anímalo, motívalo y hazlo sentirse valioso cada día.

Que tus palabras sean de edificación siempre.

 

2.    Valora a tu Esposa. (Efesios 5:25-28; 1 Pedro 3:7)

Es la compañera de tu vida y madre de tus hijos y tampoco es perfecta.

Valora todo lo que ella es, todo lo que hace.

Valora su esfuerzo por tener un hogar lindo y agradable.

Valora su trabajo por tu bienestar y el bienestar de tus hijos.

Dios te instruye a que la ames, la trates tiernamente y la protejas.

Agrega valor a tu esposa ayudándola a ser mejor persona cada día.

Minístrala y ora por ella todos los días.

Que tus palabras sean de edificación siempre.

 

Nunca te pongas a valorar más lo que haces tú que lo que hace tu cónyuge, eso no es constructivo.

Si así fuera en realidad, más bien da gracias a Dios por la oportunidad de aportar más a tu familia, pero nunca exijas reconocimiento por eso.

 

CONCLUSIÓN:

Todos tenemos áreas en las que somos fuertes y otras en las que no lo somos.

Generalmente vemos más fácilmente los defectos y los errores de nuestro cónyuge que todo lo bueno que hace, eso debe cambiar.

Debemos formar el hábito de observar y pensar en todo lo bueno de nuestro cónyuge.

Entonces, debemos pensar en cómo podemos expresarle nuestro agradecimiento por todo el esfuerzo que realiza por el bien de la familia.

 

FILIPENSES 4:8

En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable,

todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre,

si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen.

(RVA'15)

 

Toma la decisión de pensar en todo lo bueno de tu cónyuge y formar el hábito de reconocer y valorar todo lo bueno que hace por ti y tu familia.

Quizás debes pedirle perdón por no haber reconocido y valorado su trabajo.

Pídele perdón y exprésale tu agradecimiento.

 

¡¡¡Forma el hábito de valorar y expresarle a tu cónyuge

tu agradecimiento constantemente!!!

 

¡¡¡Así es como funciona!!!

Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado

¡¡¡CUÍDALOS!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri