viernes, 18 de agosto de 2017

ANTE

 

JOB 5:6-11 El mal no germina del suelo ni la aflicción brota de la tierra, pero la gente nace para tener problemas, tan cierto como que las chispas vuelan del fuego. Si yo estuviera en tu lugar, me acercaría a Dios y le presentaría mi caso. Él hace grandezas, demasiado maravillosas para comprenderlas, y realiza milagros incontables. Él envía lluvia a la tierra y agua a los campos. Él hace prosperar a los pobres y protege a los que sufren. (N.T.V.)


©  De cómo triunfar ante la adversidad.

©  "¿Por qué me está pasando esto a mí?"

Cuando estamos consternados, nuestros pensamientos se vuelven confusos, nuestras emociones caóticas y nuestros pasos lentos. La Biblia responde a estas preguntas de "¿por qué?". Nos dice que vivimos en un mundo caído, lleno de gente pecadora; que hasta los redimidos luchan con el pecado; y que Satanás, el "príncipe de este mundo", tiene una gran influencia.

 

Pero hay algo más que conviene considerar:

©  ¿Cómo desea Dios usar nuestra adversidad?

1. Podría ser para captar nuestra atención, pues hemos ignorado sus otras señales.

2. Podría ser para que mantengamos nuestra atención en Él. Cuando los israelitas vivieron en el desierto, debió de haberles parecido una gran prueba que nos les sobrara comida al terminar el día. Pero Dios sabía que, si les daba más de lo que necesitaban cada día, la gente dejaría de esperar en Él. Esta "prueba" mantuvo su atención puesta en su Sustentador.

3. La adversidad puede ser también un recurso para recordarnos el gran amor de Dios por nosotros. Podemos acostumbrarnos tanto a su amor, que no lo apreciamos hasta que tropezamos.

4. Las dificultades también pueden ayudarnos a conocer al Señor de una manera más profunda. Para experimentar a Dios como nuestro consuelo, es necesario que haya necesidad de consuelo.

 

Por eso, cuando un obstáculo nos detiene, tenemos tiempo para descubrir los giros equivocados que hemos hecho. Cualquiera que sea la razón del problema por el que esté pasando, sepa que Dios tiene un propósito al permitirlo (Romanos 8:28).

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE PUEDO TRIUNFAR ANTE LA ADVERSIDAD ESTANDO DE LA MANO DE DIOS, PUES ÉL TIENE UN PROPÓSITO CLARO Y DEFINIDO CON CADA UNA DE LAS DIFICULTADES QUE PERMITE EN MI VIDA.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Elohay, el Señor nuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el gran Dios, Poderoso y Omnipotente (Deuteronomio 10:17). Hay otros llamados "dioses" y poderes, pero Tú, el Fuerte, eres más poderoso que todos ellos, y aún ellos te reconocen como el más poderoso. Es por eso, Padre Celestial, que hoy vengo a rendirme ante Ti con todo mi ser, es decir alma, cuerpo y espíritu, para que seas Tú guiándome a donde quieras que yo vaya, y para que haga lo que Tú quieras que yo haga, de manera que mi triunfo ante las adversidades esté asegurado, y mi carácter fortalecido por la fe y la confianza que en Ti tengo. He orado en el Poderoso Nombre de mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.