EL REGALO 2
MATEO 27:50,51 Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu. En ese momento, la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, las rocas se partieron en dos. (N.T.V.)
© Beneficios del regalo más grande de Dios.
En Navidad, pensamos en un recién nacido en un pesebre. Esta dulce imagen es, por supuesto, de mucho significado para nosotros. Pero se ha vuelto tan común en nuestra cultura, que tendemos a no ver la inmensidad del sacrificio del Señor Jesús, y sus grandiosas implicaciones para nosotros.
Como vimos ayer, la salvación y un hogar eterno son dos privilegios maravillosos que nos llegan mediante el regalo que Dios nos dio por medio de su Hijo.
© Veamos ahora tres más:
1. Relación Personal. Tenemos una relación personal con el Dios Omnisciente y Omnipresente. Él es el Buen Pastor que cuida de nosotros de manera individual e incondicional. El Señor hará todo lo que sea necesario para mantenernos cerca de Él; no importa de qué manera pequemos, Él nunca nos negará. ¡Qué seguridad y qué valor tenemos gracias a su gran amor!
2. Amistad Personal. Jesús dice que Él es nuestro amigo fiel, digno de confianza en todo momento, ya sea en tiempos de sufrimiento o de alegría. El Señor ofrece una relación que todos anhelamos tener, pues solo Él puede llenar permanentemente el vacío de nuestra alma.
3. El Espíritu Santo. En el momento que somos salvos, Dios nos da otro regalo, su Espíritu Santo que mora en nosotros, nos aconseja, enseña y capacita para hacer su voluntad. Él nunca nos dejará y, de hecho, un día disfrutaremos de su compañía en el cielo eternamente.
Dios es nuestro Pastor, Amigo y Maestro. Su nacimiento, muerte y redención, nos permite vivir abundantemente en el presente y nos promete vivir eternamente junto a Él en el futuro. Aparte un tiempo para analizar con gozo y gratitud las innumerables bendiciones que tenemos en el Señor Jesús.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE MI SEÑOR JESÚS HA TRAÍDO, Y TRAERÁ, MUCHOS BENEFICIOS A MI VIDA, LOS CUALES HAN HECHO DE MÍ UNA NUEVA CRIATURA, Y EL GOZO Y LA GRATITUD QUE TENGO POR ESTOS SON INCALCULABLES.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Kjesed, Dios de amor inagotable (Salmo 25:6). Gracias Padre porque eres en mí, Presencia de Vida Perpetua. Desde mi silencio siento como mi Amor te busca y se funde con el Tuyo, y en este maravilloso todo y uno, la luz, la paz y la armonía nos acercan infinitamente. Sé que no hay nada que pueda separarnos porque soy parte de Ti, esa parte que siempre cuidas y velas con esmero, paciencia, sabiduría, perdón y misericordia. Gracias por el Amor-Hijo hecho carne, por el Espíritu que nos cubre, envuelve y alimenta con Tu Verdad a cada instante. Humilde y rendido ante Tu Presencia recibo con fe lo que en mis manos pones, acepto lo que debes darme y es así en mí, Tu Voluntad, ahora y siempre. Señor Jesús gracias por todos los beneficios que has traído a mi nueva vida. Amén.
Juan Manuel Lamus O.