ESPERAR
SALMO 25:3-5 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en Ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, Tus caminos; enséñame Tus sendas. Encamíname en Tu verdad, y enséñame, Porque Tú eres el Dios de mi salvación; en Ti he esperado todo el día. (V.R.V.)
© Aunque Dios nos ama y ha prometido satisfacer nuestras necesidades, no siempre nos da lo que deseamos inmediatamente.
En el camino de la vida, las decisiones cruciales son como encrucijadas que exigen elegir una dirección. Si pasamos disparados sin buscar el propósito de Cristo, el camino que elegimos puede conducirnos al pesar y al sufrimiento. Aunque el Señor está listo y dispuesto a ofrecer una orientación clara, Él no siempre la da rápidamente, el saber que Él tiene buenas razones para no darnos dirección de inmediato, puede ayudarnos a esperar con paciencia su orientación en la encrucijada.
A veces, Dios nos deja en nuestra confusión porque quiere captar nuestra atención, cuando todo va bien, tendemos a olvidar al Señor, pero la incertidumbre nos acerca a Él como un imán. Al alinear nuestros pasos con los de Él en sujeción al Espíritu Santo, abrimos nuestros oídos para escuchar Su voz.
© Nuestro tiempo de espera es el tiempo de preparación de Dios.
Para llevar a cabo sus propósitos soberanos, Él puede ponernos en espera mientras coordina las circunstancias que se alineen con su voluntad. A veces, el Señor tiene que hacer algo en nosotros antes de que estemos preparados para manejar lo que Él se ha propuesto para nuestro futuro. Si recibiéramos su dirección al instante, nunca creceríamos en fe, pues la madurez espiritual se manifiesta en la capacidad de esperar con tranquila confianza, teniendo fe de que, en el tiempo de Él, sabremos qué hacer.
© Si la impaciencia le tienta a adelantarse al Tiempo de Dios en cuanto a alguna decisión, corre el riesgo de salirse de Su voluntad y de perder Sus bendiciones.
CONFESIÓN DE FE:
SI ESPERO HASTA QUE EL SEÑOR ME DÉ UNA DIRECCIÓN CLARA, ANDARÉ EN LA PAZ DE DIOS CON FE, EN VEZ DE IR DANDO TRASPIÉS EN MEDIO DE LA ANSIEDAD Y LA CONFUSIÓN.
ORACIÓN:
Padre nuestro que estás en los cielos, El HaNeeman, Dios Fiel (Deuteronomio 7:9). Dios y Señor mío, todo lo que Tú dices y haces es 100% confiable, eres completamente confiable, Tu Nombre Santo y Poderoso nos alienta y nos levanta, por eso tengo la confianza total de esperar en Ti, pues Tu sabes bien cuáles son los caminos del hombre, que creemos en nuestra propia voluntad que son los adecuados, pero en realidad, como dice Tu Palabra, son caminos de muerte. Hoy quiero clamar a Ti por medio del pasaje que estudiamos, para que seas Tú guiándome por Tus sendas, las cuales dan seguridad y bienestar, no importa cuanto tenga que esperar, seré paciente y me mantendré en la fe inteligente, que es la certeza de que Tu estas enseñándome y encaminándome a Tu verdad. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo. Amén.
Juan Manuel Lamus O.